Cuando llegas a Madrid no solo te conviertes poco a poco en un madrileño más (y sin que te des ni cuenta) sino que también empiezas a desarrollar una serie de habilidades que desconocías que tenías. Desde aprender a cuál vecino debes dirigirle la palabra y a cuál no hasta saber a qué garito puedes entrar y a cual no. Desarrollas algo así como superpoderes que te diferencian del resto de españolitos, algunos de estos son:
- Supervelocidad: sobre todo para no perder el metro, porque llegas tarde, porque al final si has perdido el metro…el caso es que vas corriendo a todas partes. Esperamos de todo corazón que este poder no afecte a vuestra vida personal/sentimental…
- Superpaciencia: si no cuentas con este poder y vives en Madrid, tienes un problema, porque esquivar peatones por Gran Vía durante diciembre (o prácticamente durante cualquier mes) es muy duro.
- Superpulso: suele desarrollarse conjuntamente con el “superequilibrio”, porque aprender a ir en metro sin sujetarse a nada es todo un arte, pero lo es aún más ser capaz de maquillarse sin meterse el lápiz en el ojo.
- Superpoder térmico: es la capacidad que todo madrileño tiene de sobrevivir a las dos estaciones madrileñas: verano extremo e invierno polar.
- Superorientación: en Madrid no necesitas una brújula o el Google maps, porque sabes orientarte según las paradas de metro (y casi nunca te has perdido).
- Superahorro: vivir en una de las ciudades más turísticas de España despierta todos tus sentidos para que no te la den con queso. Sabes que no puedes sentar a tomar algo en la Plaza Mayor y que Huertas es para turistas.
- Superpostureo: las Vans desterraron a las Converse, luego llegaron las New Balance y…las que queden por llegar, pero está claro que sea lo que sea, lo llevará hasta tu tío, porque en Madrid somos modernos y nos subimos a la ola SIEMPRE.
- Superestómago: …o superhígado. Este poder suele desarrollarse entre los últimos años de instituto y los primeros de carrera (aunque dicen que luego desaparece) y es más eficaz cuanto más alcohol de garrafón consumes.
- Supercultura: no es que de repente te vuelvas una enciclopedia andante, es que en Madrid hay gente de tantas partes que, al final tienes más de un amigo de “vetetúasaber” y algo de lo que te cuenta se te acaba quedando…
- Superimaginación: se desarrolla cuando vives en una punta de Madrid y tienes que ir a trabajar a otra y tu móvil no tiene batería. Escuchar las conversaciones de los de enfrente, imaginar que están diciéndole al de al lado para que ponga esa cara…whatever you want.