Somos conscientes de que no hacen falta muchas excusas para salir a comer fuera de casa. Es el comienzo o el desenlace perfecto de cualquier plan, pero puede que hoy os hayáis levantado con el pie torcido y se os haya olvidado por qué es tan maravilloso disfrutar de comer fuera de casa:
- Cierre de semana perfecto: porque ha sido una semana dura; te has peleado con tu (inserta aquí persona a la que te une un lazo sentimental) o simplemente porque hay que celebrar la vida.
- Te mereces un capricho: llevas 1 semana sin saltarte la dieta, ayer se te quemó la cena, se han roto tus vaqueros favoritos, ha perdido tu equipo de fútbol… En definitiva, mereces darte una alegría.
- Paga los favores: al amigo que decide no beber para llevar el coche, al que te recoge en la estación, al que te ayuda con la mudanza… Ya lo dice el dicho: es de bien nacido ser agradecido.
- Momento reencuentro: da igual si lleváis sin veros una semana o un mes, porque si la compañía lo merece, hay que celebrarlo. ¿Cómo? Brindando entre bocado y bocado.
- Tienes 25€ de regalo en la categoría gastronomía: uooh! uooh! ¿Necesita alguna explicación? Vas a comer fuera y tu bolsillo no se va a resentir, ¿qué más se puede pedir?