Visitar el Real Monasterio de El Escorial es la posibilidad de recorrer la historia de España durante el reinado de Felipe II. Es un viaje al pasado y una forma de comprender el espíritu renacentista del monarca. El 2 de noviembre de 1984 entró a formar parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad. Y ahora, por el 40 aniversario de esta declaración, el complejo organiza durante todo noviembre un completo programa de actividades con visitas nocturnas teatralizadas, espectáculos de danza, recorridos temáticos…
Su belleza y lo magnánimo del lugar le valieron durante el siglo XVI el sobrenombre de «la octava maravilla del mundo». Y así lo atestiguan, hoy en día, los bellos jardines, el Panteón de Reyes del Monasterio (donde yacen los restos de Carlos I), la Basílica, la Sacristía… o la Biblioteca Real, resultado del amor por el conocimiento (y el coleccionismo) del regente. Todos estos espacios formarán parte, de alguna manera, de la celebración de esta efeméride.
Un completo programa de actividades
Entre los días 2 y 30 de noviembre, de martes a domingo, se programa una actividad diaria. Todas estas experiencias se desplegarán por los escenarios más icónicos del complejo monacal.
Algunas de ellas, con entrada libre hasta completar aforo; otras, con venta de entradas. Puedes reservar (o comprar tu entrada) en este enlace.
Destacan, por ejemplo, las visitas temáticas (aquí puedes reservar tu entrada) a la Real Biblioteca, Basílica, Sala de Batallas, Claustro Principal, Iglesia Vieja y Salas Capitulares; también las charlas que analizarán y explicarán algunas de las pinturas más reconocidas del espacio (como El Martirio de San Mauricio y la Legión Tebana del El Greco; El martirio de San Lorenzo y La última cena de Tiziano; o La túnica de José de Velázquez).
Pero si hay algo que ha llamado nuestra atención, son las visitas nocturnas teatralizadas, que recorrerán espacios como: la Lonja del Monasterio, Biblioteca, Patio de Reyes, Basílica, Panteón de Reyes, habitación de Felipe II, entreplanta Palacio Austrias, Escalera del Rey, Patio de Mascarones y el Jardín de los Frailes.
También, que estas actividades serán protagonizadas por los trabajadores del Monasterio, esos que día a día mantienen el espacio, lo conocen en cada recoveco, y que nos descubrirán secretos como el sistema hidráulico que diseñó el propio Felipe II (y que sigue abasteciendo de agua al Real Sitio) o la huerta del prior.
Esta celebración de los 40 años como Patrimonio de la Humanidad llegará a través del aire a todo el pueblo del Escorial. Será con diferentes conciertos de carillón, que se podrán escuchar en todo el municipio (ocurrirá los días 3, 10 y 17 de noviembre a las 18.30h). Extraordinariamente, el 30 de noviembre a las 18.00h se dará un concierto interpretado por Blai Ciurana i Abellí a las 18.00 en el Patio de Reyes del Real Monasterio con entrada libre hasta completar aforo.
Además, la Basílica se transformará en escenario de diversos conciertos y se organizarán actividades educativas dedicadas en especial al público infantil, también se organizará un ciclo de conferencias temáticas y un espectáculo de danza en la Sala de Batallas (protagonizado por Daniel Abreu, Premio Nacional de Danza).
Los trabajadores del Monasterio serán protagonistas y mostrarán el sistema hidráulico diseñado por Felipe II para abastecer el Real Sitio o la recuperada huerta del prior. Aquí puedes encontrar el calendario y las entradas para cada actividad.
Nuevos espacios en el Real Monasterio del Escorial
En el acto oficial de presentación de este programa de actividades, también se ha presentado el nuevo Centro de Recepción de Visitantes y Centro de Interpretación del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Situada en la planta baja de lo que en su día fue la primera Casa de Oficios, a partir del próximo 3 de diciembre abrirá sus puertas con esta nueva función.
La presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, destacó en esta presentación lo que han supuesto, y suponen, cuatro décadas formando parte como Patrimonio de la Humanidad: “no sólo es un honor y un orgullo, sino que pone el foco en nuestra obligación de conservar este monumento íntegramente, lo que incluye el cuidado del entorno urbanístico y medioambiental”.