Los festivales están diseñados para vibrar con la mejor música en una liturgia especial; una experiencia colectiva con la emoción a flor de piel. Hay festivales que incluso van más allá, como Tomorrowland, reconocido mundialmente por su ambientación y la capacidad de sumergir al festivalero en diferentes mundos mágicos. Ahora, una experiencia inmersiva audiovisual de 45 minutos con música, fantasía y tecnología de última generación, trae esos mundos al corazón de Madrid.
Los llamados “mundos del mañana” que dan nombre a Tomorrowland salen de los escenarios del festival para aterrizar en la Sala de Cristal de WiZink Center. Una experiencia diseñada para todos los públicos que homenajea la historia del festival pero también la imaginación infinita, la ambientación cuidada y pensada que cada edición sorprende a festivaleros de todo el mundo.
La Experiencia Inmersiva de Tomorrowland es una puerta abierta a estos mundos míticos en una única ubicación, siguiendo los valores del festival belga: ambiente relajado, hermanamiento, respeto, creatividad, arte, luz, color y mucha magia. Estos universos como La Historia de Planaxis, El Libro de la Sabiduría y El Elixir de la Vida, cobran vida en Madrid con tecnología vanguardista y mucha fantasía. Porque sin imaginación, no hay Tomorrowland.
Qué viviremos en la Experiencia Inmersiva de Tomorrowland
La experiencia avanza a través de una serie de instalaciones de arte digital que representan los elementos y los valores que conforman la esencia de Tomorrowland. Un guiño y un homenaje a los veinte años del festival, a su historia y a su esencia, que tiene como culmen la entrada al paraíso, a esa tierra prometida: a sus mundos mágicos, espirituales, llenos de sensaciones.
A partir de ese momento, la inmersión absoluta: los reinos míticos de Tomorrowland volverán a la vida a través de una experiencia de realidad virtual y metaverso. Este es el punto álgido del viaje, en un espacio de 600 metros cuadrados que permite que nos podamos mover libremente, explorando cada rincón de estos mundos.
En la experiencia, el diseño sonoro y musical llega a su culmen casi en la despedida. El compositor Hans Zimmer (reconocido por haber creado las bandas sonoras de nuestra vida como Inception o El Caballero Oscuro) celebró la primera década del festival creando el Himno de Tomorrowland.
Esta pieza corona la parte final de la experiencia de manera épica, redonda, como el mejor de los finales. Además, en la llamada sala de La Gran Biblioteca, se puede explorar más sobre el proceso de composición y la obra del propio Zimmer.
Antes de que se termine la magia, queda una última sala: la tienda oficial, con productos exclusivos, algunos de edición limitada.