Tengo una amiga que disfruta con lo que otros sufrimos cada vez que nos toca hacerlo. No se trata de pagar facturas, ir a sacarse sangre o hacer dieta, sino de mudarse. Va a mudanza por año, así que imaginad lo que eso supone si vives en Madrid: ¡caos! Caos por todas partes… Siempre me ha dicho que tiene su encanto, pero ésta va a ser su última mudanza porque se va a vivir con su pareja y quería hacer una fiesta de bienvenida por todo lo alto.
No sabía de dónde había sacado las ganas de organizar una fiesta después de haberse pasado 3 días llevando cajas de un lado para otro… Y la verdad es que no tenía puestas muchas esperanzas en que fuese a ser “por todo lo alto” porque mi amiga es un poco desastre, pero cuando llegué a su casa, me tuve que tragar todas mis palabras…
¡Menudo fiestón se había montado! Había hasta DJ con cabina incluida y le había convencido para que metiese nuestros temas horteras favoritos entre canción y canción…
Pero había ido aún más lejos, porque teníamos hasta un barman sirviéndonos las copas (con decoración incluida) y un montón de aperitivos bien colocaditos para poder llenar el estómago entre “La Bomba” y el “Aserejé”.
Me lo estaba pasando como los indios, por lo que olvidé preguntar a mi amiga cómo había montado todo eso ella solita, pero cuando ví que hasta había puesto un fotomatón, no me quedó otro remedio que preguntarle cómo había logrado preparar una fiesta tan redonda.
Me dijo que lo había montado todo una hora antes y le dije que se dejara de cuentos, así que lo que hizo fue empujarme directa al chico que nos servía las copas, diciéndome que iba a estar mejor acompañada y que él me lo iba a explicar mucho mejor.
Resulta que mi amiga no se había vuelto una experta organizando fiestones de ese calibre, sino que había contratado la “Home Session”, una de las modalidades de las Beefeater Home Parties. Lo único que tú tienes que hacer es contratar la fiesta que más se adecúe a ti y a tu grupo de amigos y Beefeater hace todo lo demás. Ellos llevarán todo lo necesario para unas 15 personas, pero tú puedes invitar a todos los que quieras. Y por cierto, cuando digo que se encargan de todo, es todo, hasta de la limpieza…
Tengo que admitir que fue muy avispada, ya que quedó genial con todos y al día siguiente le dejaron la casa perfecta para entrar a vivir a ella.
A mí me ha picado la curiosidad y dentro de poco voy a montar otro fiestón como el de ella, a ver si así tengo suerte y vuelvo a coincidir con el barman…