El Retiro, el Parque del Oeste y la Casa de Campo son los espacios verdes más famosos de la capital. Por eso mismo se han convertido en paraderos de turistas, atletas, ciclistas y paseantes de mascotas, abarrotados los fines de semana (cuando hace buen tiempo). Por suerte, los alrededores de Madrid esconden otros lugares para desconectar del frenético ritmo de la ciudad. Entre ellos, el Parque de la Vega de Alcobendas (avda. Olímpica, 5), con su misterioso jardín japonés.
¿Qué hace un jardín japonés en el norte de Madrid? Bien, para responder a esta pregunta hay que viajar solo trece años atrás en el tiempo, cuando la Embajada de Japón y el Ayuntamiento de Alcobendas acordaron crear un sitio inspirado en las tradiciones de la comunidad nipona. La intención de este proyecto era inaugurar un espacio que inspirase la tranquilidad que se percibe en los bellos jardines asiáticos.
¿Qué ver en el jardín japonés del Parque de la Vega?
La Campana de la Paz
El monumento más llamativo de este rincón natural es la Campana de la Paz, creada por el arquitecto Fernando Parrilla en homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una réplica del campanario japonés que se encuentra en la sede neoyorquina de Naciones Unidas. El de Alcobendas está construido con piedra de la sierra madrileña y madera de pino segoviana, y rodeado por un pequeño estanque que da armonía al entorno.
Los bonsáis de Luis Vallejo
Uno de los grandes atractivos del parque es el museo del bonsái. Tiene más de 200 ejemplares de este tipo de árbol, símbolo de la fortaleza, felicidad y vida eterna en la cultura japonesa. Su fundador es el madrileño Luis Vallejo, que se ha convertido en uno de los coleccionistas de bonsáis más destacados del mundo.