Llega la última noche del año y con ella más comida, dulces y alcohol, pero también llegan los mismos problemas que tienes todos los años. Porque admitámoslo, la ciudad nos encanta, pero la Nochevieja en Madrid no es la mejor noche a no ser que tengas un local espacioso y barato donde pasar la noche con los tuyos, pero de no ser así…sigue estos consejos para sobrevivir a la Nochevieja madrileña:
- Antelación: puede que sea un poco tarde para recordar que lo mejor es elegir el sitio dónde vas a pasar la noche y comprar las entradas con antelación, pero si lo has hecho, te habrás ahorrado bastante. Si no…puede que aún estés a tiempo.
- Horario transporte público: recuerda que esa noche todos tenemos derecho a divertirnos y eso significa que el Metro cierra antes, así que asegurate de tenerlo todo a punto antes de que chape.
- Evita la Puerta del Sol: qué sí, qué la canción de Mecano es chulísima y te dan ganas de irte a Sol para recordar a Ramón García y a su capa, pero esa noche es IMPOSIBLE respirar ahí o lucir el modelito que llevas guardando para ese día, porque solo se distingue una masa de carne humana rellena de polvorones y turrón.
- Es la última noche del año, no del mundo, así que no te comportes de tal forma que al día siguiente aparezca tu foto en todos los periódicos. Ya se sabe que ese día la gente se vuelve un poco loca y es normal ver toda clase de comportamiento extraños.
- Los churros del amanecer: el primer bocado te resucitará, pero no cometas el error de ir a tomarlos a San Ginés, porque aunque sea lo más típico, lo más probable es que lo único que te tragues sea una cola inmensa con muchos zombie-personas. Aquí tenéis otras churrerías donde dar el primer bocado del año.
- Echa una buena siesta: no te lo decimos sólo por disimular un poco las orejas qué llevas arrastrando todo el año, sino porque tengas el suficiente aguante como para esperar a que abra de nuevo el transporte público, ya que esa noche los taxis suelen tener las tasas algo más caras…
- Año Nuevo, hígado de siempre: te puedes proponer adelgazar, aprender un nuevo idioma y viajar. Son cosas que puedes hacer, pero lo de conseguir un nuevo hígado es más complicado y en el caso de que lo consigas, deberías plantearte si la cantidad de alcohol que ingieres no se te ha ido de las manos.