Aunque la información más real que puedes obtener para este post es estar en primera linea de guerra, he querido buscar datos en internet sobre la “fauna de las rebajas” y lo único que he encontrado ha sido ropa para ir de safari o caza en oferta (la verdad es que es una comparación bastante acertada). Así que he tenido que inspirarme en mis heridas de guerra y en mis recuerdos de otros enfrentamientos, porque durante estas rebajas en Madrid no me atrevo a salir a la calle…
Entre colas interminables y temperaturas desesperantes, tengo aún más miedo de cruzarme con cualquiera de los especímenes, porque van a estar más asalvajados aún. Sobre todo estos:
- El novio que hace cola: los minutos (u horas) que aguante en la cola sin rechistar son directamente proporcionales a las salidas con amigos y whatsapps sin contestar que la novia tendrá que dejar pasar después de la batalla.
- La “cleptomana”: siempre te quita lo que ibas a coger tú (y era la última talla). Lleva 30 cosas encima, que seguro que ha ido despojándoselas a más inocentes como tú y seguro que luego no se queda con ninguna, pero por fastidiar…
- La “alpinista”: normalmente está delante de ti para entrar al probador y lleva una montaña de ropa tan descomunal que se te quitan las ganas de ver como te queda lo que tú llevas.
- La “calculadora”: el nombre es casi literal, ya que lleva la calculadora del móvil abierta y va observando si los descuentos aplicados a los precios anteriores merecen la pena realmente. Su ayuda puede resultar útil si tu presupuesto es ajustado.
- La “capitana”: es la persona que para las escaleras mecánicas (aún no sé cómo lo hace) de la tienda para poder subir la primera. Como en la guerra, está la primera para guiar a sus camaradas.
- El polvo de una tarde: son aquellas personas que se llevan las prendas más cool del momento (como en su época lo fueron los colores fosforitos) y tras ponersélas una vez, “si me visto así, no me acuerdo”.
- La del síndrome “top model”: es parecida a la alpinista. Va cargada de ropa, pero luego no se queda nada porque cree que todo le queda mal (probablemente no haya cogido su talla).
- La “todo vale”: le queda bien hasta la ropa de chico. Las prendas más raras y que tú nunca te pondrías, en ella quedan genial. En el fondo la odias.
- El “perro ladrador…poco mordedor”: se pasa semanas antes de que lleguen los dichosos “juegos del hambre” diciendo que quiere ir y cuando llegan no compra nada.
- La quejica: es aquella persona que siempre se queja de lo masificadas que están y de lo horribles que son las rebajas, pero vuelve año tras año.