Casi un año después de la finalización de las obras para mejorar el estado de la emblemática Puerta de Alcalá, le toca remodelarse a otro monumento creado durante el reinado de Carlos III: habrá obras en la Fuente de Neptuno, una obra que se levantó en la capital como símbolo de la supremacía naval de España en el siglo XVIII y que hoy sufre daños que podrían afectar a su estructura.
Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, aseguraba ayer a los medios de comunicación que la restauración comenzará de inmediato «para evitar males mayores».
De la Cruz afirmó también que las obras no se prolongarán más de 14 semanas: «Es una iniciativa de previsión para evitar que dentro de cinco o seis años haya que hacer una obra muchísimo mayor, más complicada y más cara».
La ubicación de la Fuente de Neptuno es uno de los factores que influyen en el deterioro de su parte monumental. La elevada contaminación generada por el constante tráfico de la zona y los agentes ambientales ―como las lluvias o las heladas del invierno― afectan directamente al material con el que está construida. Los morteros que se usan para unir sus piezas están agrietados, y muchas zonas presentan manchas y sales que podrían provocar la entrada de agua en el interior de la piedra.
Y una limpieza
Además, la Dirección General de Patrimonio Cultural asegura que todo el monumento presenta suciedad, hasta el punto de que se han formado costras negras en las partes más protegidas de la fuente. Por ello, la fuente se someterá a un tratamiento de limpieza antes de que comiencen las obras.