Muchos madrileños escapan de las terrazas que se levantan en lugares emblemáticos de la capital, por eso de que los negocios cercanos a puntos turísticos suelen ser más caros que la media. Quizá no sepan que pueden tomar aperitivos por menos de 10€ escuchando las campanas de la catedral. Sí, existe un café a pocos metros de la Almudena en el que, si sabemos qué pedir, podemos disfrutar de una tarde de tapeo con vistas a un bonito enclave histórico sin gastar demasiado.
Hablamos del Café de la Galería, que recibe su nombre por el prestigioso edificio en el que se encuentra: la Galería de las Colecciones Reales. Desde su terraza cubierta vemos la Almudena a un lado, y al otro, el imponente Palacio Real. A escasos metros encontramos también el Mirador de la Cornisa, con vistas a la Casa de Campo.
La carta: platos castizos, meriendas y brunch
Este lugar ofrece una carta de comidas con opciones tradicionales de la gastronomía española elaboradas con productos de temporada. Destaca el apartado de raciones para compartir, en el que la tortilla de patata (13€) y los calamares a la romana con salsa alioli (13,50€) destacan por su precio asequible, teniendo en cuenta la ubicación del café.
Por supuesto, no podían faltar las meriendas y los brunch a media mañana (de 9:30 a 12:30 horas) con un guiño a la cocina estadounidense. Estos últimos incluyen café, zumo, pieza de bollería, yogur de cereales y un plato principal a elegir entre cuatro alternativas. El precio de este menú sí le hace honor a la zona: 22,50€ por persona. En cuanto a las bebidas, casi todas están entre los 3 y los 5€ (ya sea una botella de agua con gas o un tinto de verano).
Los que prefieran sentarse en el restaurante antes que disfrutar de un aperitivo al aire libre podrán pedir mesa en el local de estilo minimalista que se esconde detrás de la catedral. Esta zona, amplia y moderna, se puede utilizar para eventos corporativos.
Este café, que abre de lunes a domingo, es el lugar perfecto para sorprender a un amigo después de recorrer las salas del museo con el que comparte edificio, que conserva auténticos tesoros de la realeza española. Entre ellos carrozas, armaduras, tapices y cuadros de pintores a la altura de Velázquez y Caravaggio.