La obsesión por las gachas existe desde la época de los fenicios: es uno de los platos más antiguos del mundo. A poco más de una hora de Madrid, en Castilla-La Mancha, se preparan con harina de almortas y embutido local: una apuesta nutritiva y muy apetecible en los meses de invierno.
En honor a la receta manchega, el sábado 16 de noviembre partirá el Tren de las Gachas desde la capital hasta Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Este tren ofrece una experiencia ferro-gastronómica pasando por la vega del Tajo y los campos de La Mancha que tanto han inspirado a grandes escritores como Cervantes o Azorín. El precio medio del viaje es de 27,95 euros para adultos y de 15,20€ para niños, y los billetes se pueden conseguir en la página web de Alsa.
El tren sale a las 10:00 horas de la mañana desde la estación de Chamartín. Durante el viaje, que dura poco más de hora y media, los pasajeros podrán disfrutar de un desayuno en el coche-cafetería con el resto de sus compañeros de trayecto. Pasadas las 11:30 horas, el tren llegará a Alcázar de San Juan, donde se dará a los visitantes dos horas y media libres para recorrer la ciudad.
A las 14:00 horas habrá degustación de gachas manchegas y una barbacoa (todo incluido en el precio del billete) en la explanada que hay al lado de la estación. Después, los viajeros podrán seguir conociendo el municipio hasta la hora de volver a Madrid (18:00 h).
Alcázar de San Juan: el pequeño tesoro de La Mancha
Alcázar de San Juan es un paradero lleno de historia: su situación geográfica —junto a una importante calzada cerca de Toletum— la convirtió en un lugar idóneo para el comercio durante la Edad Antigua. Sin embargo, su época dorada no llegó hasta el siglo XVI: en el año 1530, vivía en sus caseríos manchegos gente muy rica y de la realeza. Se convirtió entonces en la cuna de importantes intelectuales como Diego de Torres Rubio o Juan Cobo. Algunos alcazareños están convencidos que el mismísimo Cervantes también nació allí, razón por la que tienen una pequeña rivalidad con los de Alcalá de Henares.
En honor a Cervantes, la plaza principal de Alcázar tiene una estatua de Don Quijote de la Mancha. Es la plaza de Santa María, donde también se encuentra el Conjunto Palacial del Gran Prior, muestra del pasado medieval del municipio.
Otros imprescindibles en una primera visita a la ciudad son los templos religiosos: la Iglesia de Santa María la Mayor, la Iglesia de San Francisco y el Convento de Santa Clara. Además, los lectores no pueden perderse el Museo Casa del Hidalgo, en el que se explica cómo vivían los nobles que inspiraron a Cervantes para construir el personaje de Don Quijote.