A solo unos pasos de la Plaza de Callao, se ha consolidado un nuevo referente para los amantes del Catan, Dixit o Monopoly: A Juego Lento. Se trata de un restaurante combinado con el concepto de bar de juegos donde la gastronomía comparte espacio con las cartas y los dados. Ya puedes reservar tu mesa aquí.
Ubicado en Jacometrezo, 15, A Juego Lento se presenta como un board game bar, relajado y acogedor, donde los jugadores pueden elegir qué tipo de partidas juegan. De estrategia, aventura o gestión de recursos (entre otros muchos tipos), todo ello acompañado de una oferta gastronómica de tipo food-truck.
A Juego Lento: una guarida para jugadores
Con un catálogo de más de 70 juegos, hay opciones para todos los jugadores, por gustos y niveles de experiencia. Desde juegos de estrategia y gestión de recursos, hasta títulos de aventura, cartas, narrativos y cooperativos.
Algunos de los juegos más populares en su catálogo incluye títulos como Catan, donde los jugadores deben gestionar recursos y construir colonias; Carcassonne, un juego de colocación de losetas donde se crean paisajes medievales; o Dixit, un juego narrativo donde la creatividad y la interpretación juegan un papel clave. Además, para los más competitivos, juegos como Risk o Terraforming Mars ofrecen la posibilidad de sumergirse en partidas intensas que pondrán a prueba la estrategia de cada jugador.
A Juego Lento cuenta con dos áreas principales para jugar: el Salón y La Guarida. El Salón es el espacio principal, con mesas personalizadas que permiten disfrutar de la partida para dos o más personas.
Por otro lado, La Guarida es un espacio reservado para aquellos que buscan mayor privacidad o están planificando eventos especiales. Con capacidad para grupos, La Guarida es el lugar perfecto para partidas más largas, a partir de seis jugadores.
Gastronomía americana con toques puertorriqueños
Uno de los pilares de esta A Juego Lento es la comida. El restaurante está especializado en comida callejera americana sureña con un toque puertorriqueño. Entre los platos más destacados, hay que probar los bocadillos de sabores clásicos pero con toque moderno. El que más llama la atención es el bocadillo A Juego Lento, un homenaje al famoso meatball sandwich, con una mezcla de salsa de la casa y pico de gallo. Otro favorito es el bocadillo de roast beef, servido en un mollete antequerano con pepinillo, cebolla, queso cheddar y salsa mostaza.
En cuanto a sabores del mar, el bocadillo marino propone un pescado rebozado, pepino, menta, aguacate y salsa tártara. Pero el bocadillo que refleja la auténtica cocina sureña americana es el pulled pork, un bocadillo de cerdo desmenuzado. Todo un clásico americano.
Además de bocadillos hay platos para compartir como los sorullitos de maíz, un clásico puertorriqueño relleno de queso, o su pollo frito picante. También hay ensalada o costillas de cerdo asadas a fuego lento y cubiertas con salsa kimuchi para reponer fuerzas entre partida y partida. Perfecto para hacer un alto y volver con más ganas a la partida.
Para calmar la sed, A Juego Lento cuenta con hasta seis grifos de cerveza de importación y muchas más en botella. La americana Sierra Nevada, la tostada Tennet’s Stout o la Monastique Rossa de Abbaye de Leffe son solo algunas de las variedades de barril que se puede probar en su callejón de la cerveza.