
El aguafuerte se convirtió en la técnica dominante del grabado en metal durante el siglo XIX. Consiste en pintar en una lámina sobre barniz con una punta metálica, consiguiendo un efecto similar al dibujo a mano alzada. Fue utilizada por grandes maestros españoles como Francisco de Goya, Mariano Fortuny o Ricardo Baroja, que desarrollaron a través de ella su versatilidad y expresividad artística.
Desde el 12 de febrero, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acoge 66 obras de pintores-grabadores en Aguafortistas, una exposición temporal en la que veremos parte de la colección de grabados perteneciente a la Calcografía Nacional, que lleva más de doscientos años protegiendo el arte de la estampa.
La muestra hace un recorrido por la historia del grabado español desde la influencia de la Société de Aquafortistes parisina en Carlos de Haes hasta la creación de la Sociedad de Grabadores Españoles (1910).

Aguafortistas se divide en cinco partes: Fortuny, la excepción, que analiza la obra de Mariano Fortuny Marsal y la de su hijo, Mariano Fortuny Madrazo; La tradición académica, centrada en el aguafuerte de interpretación; Carlos de Haes y los plenairistas, con obras de Agustín Lhardy, Juan Espina y Tomás Campuzano, y por último, La herencia del 98, que explora el trabajo de Ricardo Baroja y José Gutiérrez Solana.
Los 66 grabados estarán en la Academia de San Fernando hasta el 18 de mayo de 2025. Se pueden visitar de martes a domingo, de 10:00 a 15:00 horas. La entrada general tiene un precio de 6 euros (quienes cumplan alguno de estos requisitos entran gratis).