¡Y llegó! Ahora sí que sentimos que el verano ha terminado. Las temperaturas han empezado a bajar y hoy ha sido el primer día que hemos tenido que quitarnos las sandalias porque sentíamos los pies fríos…
Pero el sábado pasado pudimos despedirnos por todo lo alto de nuestro verano. Tuvimos que pasar gran parte de él en Madrid. Sin pisar la playa, sin sentir el canto de los pájaros de la montaña… En definitiva, sobreviviendo al agosto madrileño, por lo que nos merecíamos algo que estuviese a la altura de nuestras expectativas para tener un buen recuerdo de este verano. Y lo estuvo.
Estuvimos disfrutando de Corona Hidden Sunset en la Caja Mágica y nos sentimos como si el verano acabase de empezar y no de terminar. Ya os contamos hace poco todo lo que tenían preparado, pero nosotros tuvimos la suerte de poder vivirlo en nuestras propias carnes.
El buen ambiente es lo más importante y de eso tuvimos todo lo que quisimos y más. Empezamos haciendo compras de última hora en la zona de mercadillo y poniéndonos guapos en el stand de peinado de L´Oréal Professionnel. Nosotros, a quienes nos gusta el buen comer (no es ningún secreto y es mejor admitirlo) nos fuimos derechitos a la zona de los foodtrucks. Teníamos que coger energía para aguantar todo el día así que decidimos ponernos en “modo buffet libre” y probar un poco de cada puesto.
Después nos acercamos hasta la zona de surf indoor, aunque no fue muy buena idea mezclar nuestra patosidad con el estómago lleno, porque parecíamos un perro intentando mantenerse sobre dos de sus patas. ¡Al menos nos reímos mucho!
Sabiendo que los deportes no son lo nuestro nos fuimos a la zona de los talleres artesanales, pero de camino descubrimos un puesto de tatuajes temporales y no pudimos resistirnos. ¿Presumir sin sufrir? Allá que vamos.
Tanto ajetreo de un lado para otro nos dejó sedientos (aunque quizá tenga algo que ver la gran ingesta de comida que habíamos hecho un rato antes) así que hicimos parada en la la barra para disfrutar de unas coronas bien frías con lima y probar los cócteles de corona. Pero con moderación, que aún nos quedaba noche por delante.
Después de contentar nuestros instintos más primarios decidimos que era el momento de darlo todo, así que sin pensarlo nos fuimos a los conciertos: Miss Caffeina, La Habitación Roja, Najwajean o los Ochoymedio Djs entre otros, fueron los encargados de hacernos disfrutar como niños.
Después de esto, podemos jubilar nuestras “zapatillas de festival”, porque su nivel de desgaste es más que notable y consideramos que les hemos dado la despedida que se merecían. Se puede decir que despedimos el verano por todo lo alto.