¿Recordáis cuando el chat de Terra era lo último para ligar? Atrás queda la época en la que te reunías con tu grupo de amigos para inventarte un nombre y adentrarte en la fauna de los chats.
A día de hoy, el coto de caza se ha modernizado. Ahora lo tienes hasta por tu inclinación sexual, pero la fauna sigue siendo la misma (o incluso peor).
Quien diga que nunca se ha descargado una aplicación para no dormir solo conocer gente está mintiendo, aunque sólo haya sido “por ver como es”.
Ligar por una de ellas puede estar bien, el problema te lo encuentras cuando te decides a descargar una. ¿En cuál estará el mejor ganado?
Hay tantas que incluso ya existen plataformas que te permiten filtrar tus búsquedas a la hora de descargar la app (todo muy romántico) ¿Dónde ha quedado lo de echarle miraditas al de la mesa de al lado mientras bebes café para que te señale con la lengua que tienes espuma?
Ahora no puedes hacerlo porque el de al lado está con los ojos pegados a la pantalla esperando a que le contesten en la app o simplemente, porque ya tiene dueño.
Creo que en Madrid hay sitios mejores que las apps para ligar y además, en ellos no te vas a llevar sorpresas al recibir el paquete (o si…)
Si llevas un tiempo sintiéndote desesperado solo puedes decirle a tus amigos que te acompañen a uno de los conciertos que dan en RRR Club (C/ Barquillo, 44). Por si no quieres admitir que no vas por los solos de guitarra, sino en busca de un dúo.
Aquí hay para todos los gustos, así que si os interesa más aprender sobre otras “lenguas”, el lugar perfecto es The Causeway (C/ Miguel Ángel, 1), un pub irlandés (algo carete) pero con muy buen ambiente de gente que “va a lo que va”.
No me olvido de la gente que prefiere conquistar de tranquileo, por eso os recomiendo un lugar afterwork para asegurar que haya un buen menú con postre: el Café Moliere (C/ Francisco Silvela, 20). Es un sitio muy pro, por lo que para que no te saquen un ojo de la cara al pagar, lo mejor es ir a través de esta app.
Y si después de ir a estos sitios os volvéis con las manos vacías, lo mejor es que os miréis al espejo antes de salir de casa. Es broma, un mal día lo tiene cualquiera, ¡seguid intentándolo!