El primer día de huelga de transportistas en Madrid ha empezado con largas colas en el intercambiador de Plaza de Castilla. A las siete de la mañana, decenas de personas formaban una fila de 300 metros en la estación, algunas preocupadas por las consecuencias que podría traerles un retraso en el trabajo. “No se están cumpliendo con los servicios mínimos”, explica uno de los afectados a Telemadrid. “Voy a llegar tarde a mi puesto y puedo tener problemas”, asegura.
¿Por qué se ha convocado la huelga?
Tras veinte años solicitando la jubilación anticipada, los conductores de autobús han puesto el puño sobre la mesa. El colectivo asegura que, si no se toman medidas, se pondrá en riesgo la integridad física de los pasajeros y la de los propios transportistas.
Pepe Álvarez, secretario general de UGT, aseguró el pasado viernes que “España es el único país de la Unión Europea que no tiene coeficientes reductores para la edad de jubilación de estos trabajadores”. Esta situación ha provocado que el sindicato participe en la huelga. También lo hace Comisiones Obreras (CCOO), recordando que dos tercios de los transportistas que murieron en carretera en 2023 superaban los 55 años.
¿Hay obligación de servicio pese a la huelga?
Pese a la huelga, la obligación de servicio en Madrid alcanza el 75% para autobuses de la EMT entre las 6:30 y las 9:30 de la mañana, y el 50% en horas valle. En el caso de los interurbanos, sube a 80% en horas punta, y baja a 45% en franjas horarias con menos flujo de viajeros.
Aunque el servicio de transporte escolar se considera fundamental para garantizar a los menores su derecho a la educación, ha sido uno de los más afectados por la protesta: se ha establecido un servicio mínimo del 60% durante el día.
Si UGT y CCOO no llegan a un acuerdo con las empresas de transporte nacionales, habrá siete jornadas de huelga hasta el año que viene: 11, 28 y 29 de noviembre, 5, 9 y 23 de diciembre, y un parón indefinido si la crisis sigue sin resolverse durante las Navidades.