
Iba para abogado o portero del Real Madrid, pero un accidente de coche hizo que comenzase a tocar la guitarra para recuperar la movilidad de sus dedos durante el proceso de rehabilitación. Y al final bueno, qué decir. Julio Iglesias no iba para cantante. Pero después de más de 300 millones de discos vendidos, canciones traducidas a más de 14 idiomas y muchos (muchos) premios ganados —entre ellos, un Grammy Latino a la Excelencia Musical—, un poco para cantante sí iba. En la actualidad Julio Iglesias es una leyenda viva de la música latina, el pop y la balada romántica que no necesita introducción, pero sí necesita tributo.
Madrid, el lugar donde «¿Por qué no la cantas tú?» lo hizo internacional
Aunque su música es un legado sin ubicación exacta, Julio Iglesias nació en Madrid. También estudió Derecho en la capital hasta que se fue a Londres a aprender inglés, donde cantó en pubs y conoció a la chica por la que compuso uno de sus primeros (y más conocidos) temas: Gwendolyne. Al volver a Madrid, en 1968 presentó una de sus composiciones a una discográfica. «¿Por qué no la cantas tú?», le dijo el gerente. «Yo no soy cantante», respondió Julio. Finalmente (y menos mal), le convencieron para que la interpretase él.
Fue con esa canción, La vida sigue igual, con la que se presentó al Festival Internacional de la Canción de Benidorm en 1968, y con la que lo ganó. Un éxito que no hizo más que crecer cuando, en Eurovisión en 1970 (sí, Eurovisión, Julio Iglesias fue a Eurovisión) se alzó con el cuarto puesto interpretando Gwendolyne en Ámsterdam. A partir de ahí Julio Iglesias hizo que el «de Madrid al cielo» se convirtiese en «desde Madrid, para el mundo».
Un homenaje a la luz de las velas para un luminoso legado musical
Y ahora Madrid, esa ciudad que le vio nacer y de la que es Hijo Predilecto, rinde homenaje a su extenso legado de la mano de Candlelight. Un merecido tributo en el que se escucharán algunos de sus temas más eternos como Soy un Truhan, Soy un Señor, De Niña a Mujer o Con la Misma Piedra con el íntimo sonido de un cuarteto de cuerda en el histórico Ateneo de Madrid. Una experiencia única en la que miles de velas serán las que iluminen (aún más) una noche que, probablemente, termine formando parte de Lo mejor de tu vida.
Hablar de Julio Iglesias es hablar no solo de su vida, sino la de los millones de oyentes que lo han escuchado (y no han dejado de hacerlo) desde los años 70. Canciones que nacieron de un madrileño y que ahora encuentran en esa misma ciudad un concierto único que rinde tributo a esas canciones que todos hemos escuchado alguna vez. Ya fuera en la adolescencia, en el coche de nuestros padres, o porque saberse la letra de Me Va, Me Va podría considerarse un conocimiento inherente al ser humano.