
Multas que parecen sacadas de una distopía de barrio. O de una conversación delirante de un grupo de WhatsApp de padres. Pero no. Son reales, están recogidas en leyes, reglamentos y ordenanzas municipales. Y te pueden costar desde 75 hasta 100.000 euros.
Aquí tienes un listado con algunas de las más extrañas –las hay que son comunes a toda España y que son específicas de Madrid.
Conducir sin camiseta (o en chanclas, o en biquini)
No hay un artículo del Reglamento General de Circulación que diga “prohibido conducir en bañador”, pero sí hay una interpretación bastante literal del artículo 18, que exige libertad de movimientos, atención permanente y el campo de visión despejado.
Así que si vas sin camiseta o con chanclas en tu propio coche, te enfrentas a multas que van desde los 80 hasta los 200 euros. Y en casos graves, retirada de puntos.
Comerse las uñas (literalmente sancionable)
La DGT considera peligroso comerse las uñas. No por la estética, sino porque puede distraer. Lo mismo aplica a maquillarse, beber agua o comerse un donut. Si el gesto compromete la atención a la carretera, puede costarte 100 euros. Si, además, generas un peligro evidente, te puede costar 500 euros y seis puntos del carné.
Alimentar palomas
¿Quién le dice que no a una abuelita lanzando migas de pan a unas pobres tórtolas del parque El Calero? El Ayuntamiento de Madrid. Porque alimentar palomas altera el equilibrio natural, ensucia, provoca ruidos y daña los monumentos. En la capital, esta conducta puede costarte 300 euros.
Dejar una caja al lado del contenedor
Si la caja no cabe dentro, que se apañe otro. Error. Desde la aprobación de la Ordenanza municipal de limpieza de 2022, depositar grandes embalajes junto a los contenedores en Madrid es una infracción grave. Las multas oscilan entre los 2.001 y los 100.000 euros, aunque la media ronda los 2.000. A este respecto es bastante ilustrativo un artículo publicado por el periodista Fernando Peinado hace tres años en el diario El País: Madrid multa a una vecina con 2.001 euros por una caja de cartón tirada fuera del contenedor.
Los ladridos que se convierten en multa
Tu perro puede ladrar. Pero no mucho. Y desde luego, no a partir de las 22:00. Las ordenanzas municipales lo consideran ruido molesto, como si fueran una radial. Si alguien se queja y la cosa se repite, te (o le) puede caer una multa de hasta 300 euros.