El 30 de junio es el último día de aviso para aquellos que quieran entrar en la capital con vehículos restringidos. Desde el 1 de enero, el Ayuntamiento de Madrid activó el veto que afectará a los coches con clasificación A no empadronados antes de 2022, a los turismos sin etiqueta medioambiental y a los no dados de alta en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Hasta el momento, todos estaban exentos de multa. Únicamente recibían mensajes informativos por accesos indebidos. Tras seis meses de tregua, comenzarán las primeras sanciones: multas de 100 (por pronto pago) y 200€.
Los turismos con clasificación ambiental A son aquellos de diésel matriculados antes del 2006 y de gasolina anteriores al 2000. Este tipo de vehículos contaminan 47 veces más que los ecológicos, por lo que tendrán prohibido el acceso a Madrid casi al completo. Solamente podrán entrar a través de las carreteras M-40, M-45 y M50, además de otras autovías radicales que llegan hasta la M-40.
Las motocicletas y los vehículos de mercancías se salvarán de las multas, igual que los coches empadronados en la capital y los dados de alta en el IVTM. Esto cambiará pronto, ya que se prevén nuevas restricciones para 2025, entre ellas, que las prohibiciones se amplíen a todos los coches sin etiqueta, ya estén empadronados o no.
Una acción contra el cambio climático
Estas medidas se toman para cumplir con lo estipulado en el artículo 14 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, cuyo objetivo es reducir las emisiones derivadas de la movilidad en los municipios con más de 50.000 habitantes, mejorando así la calidad del aire en las grandes ciudades.