A 20 minutos del centro de Madrid hay un pueblo que vive Halloween como si fuera el escenario de una película Tim Burton.
Paracuellos de Jarama ha logrado convertir la celebración en una de las más espectaculares y originales gracias a la implicación de todos sus vecinos, que decoran casas, comercios y calles para transformar el entorno en un gran Mapa del Terror donde la creatividad y el susto son protagonistas.
El próximo viernes, 31 de octubre, Paracuellos volverá a vestirse de miedo con un concurso de pasajes en viviendas particulares, fachadas decoradas, escaparates de comercios y un montón de sorpresas, en una edición que fomenta la participación de toda la comunidad. Los vecinos que quieran apuntarse pueden inscribir su dirección en el Mapa del Terror hasta el 14 de octubre, especificando si ofrecerán “truco o trato” y en qué horario estarán disponibles para recibir visitas terroríficas. Como cada año, el ayuntamiento facilita caramelos a todos los inscritos para que el reparto sea inolvidable y la experiencia tenga ese sabor auténtico a Halloween.
Paracuellos del Jarama: el pueblo que se vuelca con Halloween
El jurado, compuesto por miembros de la corporación local e incluso subcomisiones infantiles, recorrerá las calles, valorando la creatividad, la fabricación propia de decorados, el uso de efectos sonoros y luminosos, y la implicación de actores en los pasajes.
Los premios van de hasta 300 € para el mejor pasaje, 180 € para la mejor fachada y 100 € para el mejor comercio, se entregan junto a diplomas. Además, habrá concursos de disfraces familiares y puertas decoradas, valorados por nuevos miembros infantiles del jurado y con premios adicionales. Para participar, solo hay que enviar las fotos entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre al correo municipal.
Halloween en Paracuellos de Jarama es una auténtica fiesta colectiva, que llegar a competir con los grandes parques de atracciones de la región gracias a sus túneles del terror caseros, telarañas, calabazas, luces, tumbas y personajes de miedo convierten las calles en un pasaje digno de cualquier superproducción de terror.