Si ligarse a una madrileña es complicado, enamorar a un auténtico gato madrileño es más difícil que conseguir asiento en la línea 1 un lunes por la mañana.
El piropo, esa costumbre madrileña que se dispara con el buen tiempo. La primavera no solo la sangre altera, sino que despierta la creatividad para decirle a una moza o…