Incluye sabores gourmet como las nueces de Sorrento o el selecto pistacho de Bronte.
En pleno mes de agosto madrileño, el sol amenaza con derretirnos los sesos y dejarnos en un estado repantigado mientras maldecimos un poco la ciudad y su clima. Pero a pesar de las temperaturas Madrid es maravillosa hasta en verano: nos ofrece un sinfín de planes con los que es imposible aburrirse. Pasear por sus tórridas calles no es uno de los más atractivos, pero acercarse a alguna heladería y chupetear un cucurucho es, sin duda, uno de los mayores alicientes. El caso es que ahora llega la Ruta del Helado de Madrid y no tienes excusa para no hacerlo.
4 espacios de la ciudad nos ofrecen lo mejor de este manjar veraniego; son Kalúa, Zúccaru, Brando Helado y Punk Kitchen. Desde el 14 hasta el 22 de agosto podrás disfrutar de sus degustaciones (algunas sofisticadas), y ya te puedes comprar tu entrada.
Kalúa
Este espacio italo-argentino está situado en Chamberí y para muchos forma parte del top ten de los helados madrileños. Todas sus elaboraciones son tradicionales: desde los helados hasta sus crepes coronadas con una bola o los brioches rellenos de helado, como los de mascarpone, cookies o carrot cake.
Si optas por el helado, ofrecen más de 40 sabores para combinar y cuentan con ingredientes con denominación de origen como las nueces de Sorrento o el selecto pistacho de Bronte. ¡Alerta amantes del helado de pistacho!
Además, cuentan con una selección de helados sin azúcar, batidos, smoothies y opciones veganas con sorbetes y granizados.
Zúccaru
Situado junto al Palacio Real, es un local que rinde culto a lo mejor de la tradición heladera siciliana. Sus helados no están alterados con aromas, colorantes artificiales ni grasas hidrogenadas. Ofrecen sabores de temporada, respetando así el ciclo natural de la fruta. Por ejemplo, en verano destacan el helado de fresa y en invierno el de pera.
Las elaboraciones se hacen con leche de granja Bio, pero también ofrecen sabores sin gluten, sin lactosa (en los que cada receta lleva hasta el 65% de pulpa de fruta) y veganos. Otros dos hits son el brioche gelato y los cannoli sicilianos.
Tal y como explica Juan, uno de los fundadores de la heladería, en Sicilia el helado se toma dentro de un brioche.
Sobre los cannoli, los elaboran con una galleta un poco amarga y una ricota de oveja. Les añaden toppings como naranja confitada, cereza o chocolate crujiente.
Brando Helado
Recién aterrizados en Chueca, desde Brando se plantean romper el concepto de la heladería tradicional. Para ello parten de un helado que nace en el obrador del local.
Ofrecen sabores como el de chocolate Brando, mango y maracuyá, limón con albahaca, pistacho o chocolate blanco. También versiones en polo: Oreo, frutos del bosque o menta con chocolate.
Todo esto se acompaña con una experiencia única para quien les visita: paredes, suelo y techo azul, y un sol imponente en la pared que cambia de color según pasan las horas.
Punk Kitchen
Ubicado entre Chueca y Malasaña, a diferencia del resto este local no es una heladería sino un restaurante de comida saludable donde utilizan mayormente ingredientes reales y locales. Llevado al mundo cucurucho y de dulces, en esta Ruta del Helado ofrecen gofres caseros y hechos al momento.
Uno de ellos es el Berry Madness, elaborado con un mix de frutos rojos, maracuyá, almendras y helado de fresa. Otra opción es el Monkey Dream: plátano, dulce de leche, almendras, frutos secos y helado de vainilla. O si lo prefieres puedes optar por el clásico, con chocolate negro, nata, nueces y helado de vainilla.