Lo de coleccionar sellos de pasaportes es una afición con un fondo nostálgico que invita a revivir experiencias de viaje. Nos la da oportunidad de reflexionar sobre la diversidad cultural del mundo, pues cada país da a su sello un diseño único: los símbolos y colores varían según el territorio que visitemos. Desgraciadamente para los que disfrutan de este pasatiempo, la Unión Europea va a introducir el Sistema de Entrada y Salida (SES), que cambiará los sellos por los controles digitales a partir del 10 de noviembre.
El SES tiene como objetivo garantizar la eficacia de los controles en las fronteras del espacio Schengen. Noruega, Islandia, Suiza, Liechtenstein y 25 países de la Unión Europea ―todos menos Chipre e Irlanda― forman parte de este espacio, que comprende a las naciones que no hacen controles fronterizos dentro de su territorio, pero sí gestionan de manera coordinada los controles en las fronteras externas.
El nuevo SES se encargará de registrar datos biométricos de entrada y salida, para evitar fraudes de identidad y detectar casos de viajeros que alargan su estancia más tiempo del que está permitido. Se aplicará a las personas de terceros países que necesiten un visado para estancias de hasta 90 días, y también a los nacionales de territorios en los que no haga falta un visado.
Según la Unión Europea, la digitalización del sistema (con la consiguiente desaparición de los sellos) también se lleva a cabo para acelerar el proceso de entrada a ciertos territorios, ya ahora los pasaportes solamente se escanearán.