La imagen, captada por el satélite europeo Sentinel-5P, da solo una idea de la gravedad del problema al oponerlo al resto de Europa.
Las continuas restricciones al tráfico en la zona centro y las limitaciones de velocidad en la M-30 decretadas por el Ayuntamiento que tanto malestar han despertado en ciertos sectores de la opinión pública se antojan más comprensibles después de imágenes como estas.
Basta alejarse un poco de la ciudad para apreciar la boina de contaminación que cubre Madrid, pero vista desde el espacio y comparando nuestro caso con el resto de países europeos de nuestro entorno, la situación parece aún más preocupante.
El pasado 22 de noviembre el satélite europeo Sentinel-5P tomó la fotografía que encabeza este texto, en la que puede verse un mapa que ilustra la concentración de dióxido de carbono y en el que Madrid aparece como claro ganador en toda la Península Ibérica.