Desde casa de tus padres la idea de independizarte es aún más atractiva si el destino es Madrid, pero pasa un tiempo hasta que consigues acostumbrarte, entre otras cosas, al hedor olor del metro por las mañanas.
- Moverte por Atocha es más complicado que buscar a tu amigo/a en el Primark de Gran Vía.
- Correr para no perder el metro (y perderlo).
- (Sobre todo para los andaluces). Pedir una cerveza y que se caliente esperando la tapa (click aquí para que no te pase)
- Que te cobren 4 € por un café.
- Ir de cervezas al Tigre y descubrir que no es para tanto.
- Tomarte un bocata de calamares en la Cervecería de la Plaza Mayor.
- Posturear subiendo fotos en los lugares característicos de Madrid.
- Pillar una cogorza a base de yayos en Malasaña.
- Tragarte la cola de Doña Manolita porque te ha pedido que compres hasta la prima de tu tío.
Y, tú, mi buen lector ¿te sientes identificado con alguna de estas cosas? Animaos a contarnos alguna de vuestras primeras experiencias por la gran urbe.