
¿Qué persona de ciudad no ha fantaseado con vivir en un pueblo? Pasear por el campo después del trabajo, gastar la mitad en la cesta de la compra, alquilar un chalet a precio de buhardilla… Sí, tiene muchas ventajas. Sin embargo, la falta de servicios y la limitada oferta de ocio hacen que mudarse a una pequeña localidad se quede en una idea; en una ilusión difícil de materializar.
Aunque claro, todo es cuestión de prioridades. Quienes busquen un hogar en un entorno saludable a bajo coste, tendrán que salir de la ciudad. Tienen una oportunidad única para hacerlo a unos 80 kilómetros de la capital, en Cadalso de los Vidrios: un municipio de 3.203 habitantes en la punta izquierda del triángulo que forma Madrid; al oeste de la comunidad, justo entre Ávila y Toledo.
El mayor encanto de Cadalso: los precios de sus casas
Cadalso destaca por sus baratísimas hipotecas (teniendo en cuenta que está a menos de dos horas de la capital). El precio medio de las casas en venta ronda los 800 euros por metro cuadrado, con una tendencia a la baja en los últimos meses, lo que convierte al municipio en uno de los lugares con las casas más asequibles de la Comunidad de Madrid.
Según el portal inmobiliario Idealista, la localidad tiene 46 casas en venta. Esto equivale al 1,6% de las viviendas que hay en total (más del 50% son de uso vacacional). Hay chalets adosados con varias plantas y más de 200 metros cuadrados por menos de 85.000 euros; fincas rústicas con vistas a la naturaleza por menos de 99.000€, y otras ofertas imposibles de superar en la capital.
El pueblo del vidrio

Cadalso de los Vidrios no siempre ha pertenecido a Madrid: durante la Guerra de la Independencia, el municipio era de paso obligado para la artillería francesa en su marcha hacia Toledo. Esta provincia recogió al pueblo en su mapa hasta 1833, cuando la nueva división territorial —que sigue vigente hoy en día— situó a Cadalso dentro del territorio madrileño.
El origen de su nombre puede venir de su época dorada, el siglo XVI, cuando floreció la industria vidriera en la localidad. Se dice que el pueblo llegó a proveer a la Real Botica del Monasterio de El Escorial, y que sus fábricas de vidrio continuaron funcionando hasta el siglo XX.
Entre los siglos XVI y XVII, se construyeron los monumentos más importantes de Cadalso: el Palacio de Villena —una obra renacentista vinculada a la nobleza española— y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (catalogada como Bien de Interés Cultural). Además, se levantaron en esta época las fábricas que dieron fama al municipio.