
La cultura japonesa está cada vez más arraigada en Madrid. Desde el museo del bonsái hasta los cafés con repostería nipona, las referencias al país asiático se cuelan en cada esquina. A pocos metros de la plaza de los Cubos (calle Santa María Micaela, 4) encontramos una muestra de esta tendencia: Doku Toku, un pequeño local especializado en pasteles y onigiris.
Nada más entrar en la cafetería se respira un ambiente tranquilo y acogedor. La decoración es minimalista, al igual que la presentación de los platos que ofrece. Aunque lo más destacado de Doku Toku es su variedad de postres artesanales, merece la pena hablar antes sobre sus bebidas. Es obligatorio pedir uno de sus cafés de especialidad (con granos de Hola Coffee) o tés (hay algunos bastante inusuales, como el hojicha y el gyokuro).
En cuanto a la sección de opciones saladas, hay dos imprescindibles: los onigiris (8,50€ con bebida incluida), ese sustituto del bocadillo en la cultura japonesa, y —sobre todo si hay mucha hambre— el omurice (13,50€ con bebida), una tortilla con arroz que en esta cafetería empapan en salsa de curry.
Ahora sí: llega el turno de comentar los postres. Aquí encontramos las famosas tartas de fresa que aparecen en animes como Death Note. Conocidas internacionalmente como strawberry shortcakes, triunfan por su esponjosidad y frescura. Sin duda son las estrellas de la casa.
Doku Toku tiene también su propia reelaboración del tiramisú (que lleva su café de especialidad) y la tradicional tarta de queso (6€). A este último plato se le añade sésamo negro, un toque suave y salado que combina a la perfección con sus ingredientes. Por supuesto, no podían faltar los sandwiches de fruta fresca y crema batida (5€) tan populares en Japón.