Es lo que tiene la F1®. Lo que podemos denominar como caos, como suciedad en la pista, se traduce a ojos del espectador en pura diversión. Ver a los mejores pilotos de Fórmula 1 del mundo compitiendo en Albert Park entre polémicas y momentos de confusión, aporta ese grado de morbo que le viene tan bien a un Gran Premio. Así fue la carrera más divertida (y la más confusa) hasta el momento.
Para empezar, la de Australia ha sido la carrera de las banderas rojas: hasta un total de 3 (tres instantes en que la FIA considera que una situación es tan peligrosa que no se puede continuar con la carrera). La primera, tras el accidente de Alexander Albon, para limpiar la pista y comprobar las protecciones.
La segunda, provocada por el accidente de Kevin Magnussen contra el muro. La tercera, en la tercera vuelta y la más accidentada, tras el toque entre Carlos Sainz y Fernando Alonso, que provocó a su vez diferentes incidentes en el resto de corredores.
La situación fue la siguiente: Max Verstappen y Hamilton a la cabeza de la salida en parrilla. Alonso en tercer puesto; Carlos Sainz en cuarto. Casi en paralelo, monoplaza con monoplaza. La tensión en el ambiente y la primera curva como objetivo. Alonso salió veloz situándose en el exterior para poder adelantar tanto a Sainz como a Hamilton. Sainz, por su parte, hizo lo propio por el interior. Y ocurrió lo ¿inevitable?
Ese toque generó el mayor salseo de la carrera y la polémica que todavía sigue abierta: Sainz fue sancionado con cinco segundos por haber provocado ese toque a ojos de la FIA, pasando del cuarto al duodécimo puesto.
Al finalizar la carrera, elevó el tono de sus declaraciones ante los medios internacionales: “Es la sanción más injusta que he vivido”. La FIA sentencia que Sainz tenía “hueco suficiente para evitar el contacto” y, ante la peligrosidad entre ambos monoplazas, no dudaron en aplicar la sanción. Ahora bien, la polémica está en el aire y tanto Sainz como Ferrari tildan de error la sanción recibida.
Verstappen, que consiguió su primera victoria en Australia, arrancó no exento De polémica. Una que, auguran los expertos de F1®, sienta un peligroso precedente. Su monoplaza Red Bull estaba (mal) colocado por delante de la línea amarilla (que sirve como referencia para los pilotos). Eso sí, a su vez, se encontraba detrás de la línea blanca que, reglamento en mano, es el “tope” para evitar la sanción.
Ahora bien, ni se ha investigado ni estudiado esta posición. Y de ahí que la imagen de parrilla del Red Bull esté dando la vuelta al mundo. No hay sanción pero, ¿debería haberse investigado para evitar futuras polémicas? ¿Sienta esto un precedente que valida esta posición sobre la línea amarilla en futuras carreras?
Por lo pronto, nos despedimos de la F1® hasta el 30 de abril, cuando en Bakú (Azerbaiyán) se celebre el próximo Gran Premio. Mientras, los madrileños, disfrutamos de una gran exposición, la primera oficial en el mundo de este deporte, Formula 1®: The Exhibition, para la que ya puedes hacerte con tus entradas.