En Madrid, cada kilómetro vale su longitud en oro. Y los madrileños saben lo que cuesta cada metro (cuadrado) de vida. Un factor que conocían muy bien los fundadores de Kilómetros de Pizza cuando abrieron su primer local en Avenida de Brasil en 2013.
Esta cadena de pizzerías gourmet nació con un propósito: reunir a las familias y los amigos en torno a una (gran) pizza. ¿Y de qué dimensiones hablamos? De dos metros, ni más ni menos. Kilómetros de Pizza se ha convertido en el único restaurante del mundo en hornear pizzas de dos metros de largo, en un formato rectangular y en hornos Castelli, considerados los Rolls Royce de su categoría.
¡Atrévete con dos metros de pizza gourmet!
Desde su llegada a Madrid, Kilómetros de Pizza ha revolucionado los encuentros sociales torno a la receta italiana.
No sólo por las dimensiones de su pizza, cuyas imágenes vuelan en las redes sociales, sino además por una pizza que invita a degustarla sin prisas y el original diseño que brota de las manos de Jesús Marquina, cuya creatividad lo llevó a diseñar una pizza con forma de corazón para la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada.
El pentacampeón del mundo como maestro pizzero se atreve con cañeras combinaciones. Como la Dulcinea, campeona del mundo en 2008, (queso, tomate, chorizo, huevos de codorniz y una fina capa de tocino ibérico) o la Rolling (crema de bogavante, salmón noruego, aguacate, cebolla roja, sésamo y mostaza con miel), una pizza que le dedicó a Mick Jagger, tras la visita inesperada del artista a uno de sus restaurantes de Madrid.
Para los que crean que las grandes dimensiones están reñidas con la calidad, el producto de Kilómetros de Pizza pertenece a la liga de la gastronomía gourmet.
Tanto sus ingredientes de temporada, como la textura de la masa, el proceso de fermentación y una cuidada hidratación dan como resultado una pizza crujiente al morderla y suave y esponjosa al saborearla.
Tras la apertura de su primer restaurante, los socios fundadores, Fernando Godoy y Agustín Hidalgo, ‘hicieron las Italias’ a la caza de la ecuación más sabrosa del manjar italiano: Nápoles, Roma, Florencia, Milán, Turín, Génova y un sinfín de rincones del país transalpino. En esta andadura, se les unió un tercer socio Iván Gómez Alonso.
Y finalizó en Tomelloso, donde residía Jesús Marquina, capitán de la selección nacional española de pizzaiolos. Y fue este maestro pizzero quien les descubrió las virtudes de la pizza romana.
Con el equipo armado, empezó otra kilométrica gesta: la de la expansión por toda la ciudad de Madrid que alcanza, hoy en día, los 8 restaurantes. Y uno, varios kilómetros al sur, en la ciudad de Málaga. Y su horizonte sigue venciendo distancias: las previsiones de abrir en Andalucía y en Levante empiezan a tomar forma.