Madrid es un viaje en sí mismo: sus calles ofrecen la posibilidad de transportarse a cualquier rincón del mundo a través de su amplia oferta gastronómica. Los restaurantes de La Mordida llevan años ofreciéndonos un vuelo de ida a México. Y este verano, más que nunca, es territorio coctelero: mixología para beberse el país mexicano trago a trago.
Existen mil formas de conocer otras culturas sin necesidad de ir más allá de la M-30. A través de exposiciones de artistas internacionales, de clases de otros idiomas, de bailes y fiestas… Madrid se convierte en una suerte de manual improvisado sobre cómo viven la vida en otros puntos del globo y lo que más nos gusta: su gastronomía.
Gracias a esa multiculturalidad, en la capital puedes aprender a distinguir -y a apreciar- la diferencia entre el mezcal y el tequila, por ejemplo. Culpable de esta enseñanza gastronómica es La Mordida, el lugar definitivo donde saborear los platillos típicos y los cócteles de una cocina reconocida por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de su país.
Un verano de cócteles mexicanos
La Mordida tiene diferentes locales repartidos por Madrid (ocho en la capital y uno en Pozuelo). Al entrar en cualquiera de ellos, es difícil dirigir la mirada. Su decoración es de lo más llamativa y colorida, mimetizándonos con nuestro viaje gastronómico. Así ocurre, por ejemplo, en Ríos Rosas, 38; Diego de León, 56; y en Travesía del Conde, 4.
Un viaje sin movernos del centro de la ciudad que, en verano, apuesta por la coctelería para brindar en las noches estivales, para refrescarse de ‘tardeo’ entre amigos o para celebrar un plan afterwork. ¿Acaso hay mejor plan para bajar la temperatura corporal y subir la del alma?
Los de La Mordida son cócteles realizados con ingredientes naturales y marcas destacadas (por ejemplo, los tequilas de José Cuervo). Se especializan en combinados con tequila y mezcal, como no podría ser de otra manera. Será difícil probar solo uno: Tequila Mule (lima fresca, jengibre y tequila, y que tiene su homólogo con mezcal), Margarita Mezcal (una atrevida versión de la sempiterna margarita con mezcal, tequila, triple seco, limón fresco y el secreto de La Mordida), Paloma Mezcal (base de mezcal, zumo de limón y refresco de toronja) o el Vampiro (una divertida versión del bloody Mary con la salsa picante Valentina como tótem). Este último cóctel también se puede pedir con mezcal o con tequila.
Además, no pueden faltar el Tequila Sunrise (con naranja y granadina), Charro Negro José Cuervo (tequila, lima y refresco de cola) o el Torpedo, perfecto para compartir entre dos y hecho a base de margarita, cerveza Coronita y un ligero toque de Jamaica.
La carta de cócteles de La Mordida es como sus restaurantes: divertida, colorida, variada… y excelente.
¿Qué tal suena, por ejemplo, un Margarita Frozen? Un combinado de tequila, triple seco, limón fresco y “el secreto de La Mordida”, ¿quién será capaz de descifrarlo? Si lo deseas, podrás cambiar el limón por cualquier otra fruta (fresa, mango…) convirtiéndolo en un Margarita Frozen Sabores.
Para los amantes de las margaritas, épico cóctel mexicano, hay varias razones para ir y volver a La Mordida: como un completo menú premium que revisa la cocina mexicana entre platillo y platillo acompañado de una buena jarra de este cóctel (un plan perfecto para dos, con opciones sin gluten y vegetarianas); también, una sección entera dedicada las margaritas con propuestas como la Margarita Especial, la Sparkling Margarita (con tequila, triple seco y terminado con refresco de limón) o la Margarita Premium.
Por supuesto, también hay espacio para la coctelería clásica: daiquiris, mojitos, caipirinhas… solo tienes que pedirlos.
Hora de comer con las manos: la carta de La Mordida
Su carta sabe a México, pues la idea de sus precursores surgió en las propias calles de la tierra azteca. Lo que comenzó como algo pequeño, hoy es todo un punto de encuentro (o, más bien, nueve) para aquellos que desean probar platos típicos de esta gastronomía y no los que más han llegado a nuestros paladares, que son, en su mayoría, de origen tex-mex. Por lo que, si esperas encontrar los clásicos burritos, ¡no lo harás!
Es hora de disfrutar de la cochinita pibil, de la quesadilla de huitlacoche (un hongo de maíz tan difícil de pronunciar como delicioso) o de los sabrosos tacos al pastor. Pero de delicias mexicanas está repleta su carta.
Entre los clásicos de La Mordida se encuentran los alambres, acompañados de arroz y frijoles refritos. Podrás elegir entre los de pollo, de arrachera (taquitos de res con bacon, queso y verduritas a la plancha) o los mixtos.
Pero esto va de celebrar el verano, acompañando los cócteles y brindis entre amigos y familia de platillos para compartir, como los imprescindibles nachos, las enchiladas o los jalapeños rellenos.