La nueva apariencia se mantendrá hasta principios del año que viene, cuando empiecen las obras definitivas que ensancharán de forma permanente las aceras.
La Gran Vía, una de las calles más emblemáticas de la ciudad, ha comenzado esta madrugada su transformación en una calle más peatonal, más transitable y más libre de humos.
Desde las 23.00 horas del día de ayer hasta las 7.00 de la mañana de hoy martes, los operarios estuvieron cortando las vallas de metal que separaban la acera del asfalto y se instalaron una total de 700 vallas a la altura de lo que hasta ayer era el carril taxi-bus.
Las obras han empezado en la acera derecha subiendo desde Plaza de España y se extenderán hasta la madrugada del jueves al viernes. Igual que el año pasado, la acera se amplía por Navidad con la diferencia de que este año permanecerá así una vez pasadas las fiestas hasta que comiencen las obras definitivas de ampliación de las aceras, previstas para el primer trimestre de 2018 y con el objetivo de que finalicen a finales del año próximo.
El dispositivo navideño también incluirá restricciones al tráfico en la Gran Vía, Sol y las calles Mayor y Atocha con limitaciones de acceso excepto para residentes y vehículos autorizados (taxis, Uber, Cabify y carga y descarga), restricción que sin embargo se eliminará una vez pasadas las fechas navideñas.
Las restricciones comenzarán este viernes 1 de diciembre y se extenderán hasta el día 10 de diciembre para luego volver a aplicarse los fines de semana entre el 22 de diciembre y el 7 de enero. Las medidas se compensarán con un refuerzo de 32 líneas con 40 autobuses más.
Foto de portada: SomosMalasaña.com