
El ser humano es caprichoso por naturaleza. ¿Que por qué lo decimos? Te ponemos un ejemplo que seguro conoces: después de muchos «a ver cuando nos vemos» consigues quedar con tu grupo de amigos. Ponéis fecha y hora, pero ahora queda otra parte de la conversación que puede ser más larga que la trilogía de El Señor de los Anillos: dónde ir. «Vayamos a La Latina, que ahí hay de todo». Sí, técnicamente hay de todo, pero lo que más abunda es la cocina española. Sin embargo, a vosotros os han entrado unas ganas irremediables de italiano, por lo que es más díficil encontrar uno bueno en mitad de tanta tosta, croqueta y tortilla. Pero para eso estamos nosotros:
Emma y Julia
Los fogones de este dúo regalan a quien les visita auténticas recetas italianas (Emma es de Cerdeña) y lo mejor es que tienen una gran variedad de pizzas sin gluten (utilizan un horno solo para ellas y que no se contaminen). Su carta es un regalo para el paladar, pero también para la vista y si crees que exageramos, acércate a probar sus postres. ¡Ah! También tienen platos veganos.
C/ Cava Baja, 19
Al settimo cielo
La simpatía de sus camareros es un extra más a este pequeño restaurante (decorado a partir de materiales reciclados). Su carta es bastante amplia y sus pizzas, de masa fina y crujiente, como la Novata, que de eso solo tiene el nombre, porque sabe de sobra que sus ingredientes encajan a la perfección: mozzarella, jamón york, champiñones, cebolla roja, queso de cabra, ajo y orégano
C/ Humilladero, 3
Trattoria Malatesta
La única forma de que encuentres hueco es reservando y te recomendamos hacerlo en la segunda planta, que está completamente abovedada, eso sí, la cobertura no llega hasta a ella. Sus pizzas se preparan en horno de leña (y son bastante grandes), pero no son lo único bueno de su carta, porque también preparan su propia pasta fresca. Eso sí, el servicio no es especialmente amable.
C/ Coloreros, 5
Restaurante Argentino Camoatí
Sí, somos conscientes de que este post está dedicado a los restaurantes italianos, pero la carta de este local es italo-argentina merece un hueco por sus increíbles ñoquis. Preparan una receta especial el 29 de cada mes, por lo que nuestra recomendación es que reserves ese día en tu agenda y lo acompañes de alguno de sus vinos argentinos. Una combinación ganadora.
C/ Alfonso VI, 6
Passaparola
Un poco más alejado de las calles más céntricas del barrio, pero igual de rico. Esta trattoria tira de tópicos: fotografías de famosos, música y camareros italianos, ¡pero eso nos encanta! Y la comida no iba a ser menos, casera y 100% italiana. Sus pizzas nos encantan, pero su pasta aún más y al igual que Emma y Julia, también saben que el postre es el punto perfecto para cerrar la comida, por lo que tienes que guardar hueco, por ejemplo, para su tarta de mascarpone y Nutella.
C/ Guareña, 10