Ha llegado septiembre y tú aún sigues maldiciendo a todos aquellos que siguen subiendo fotos en la playa y en las piscinas… Tenemos comprobado que el karma existe, así que ¡deja de hacerlo! En lugar de eso, intenta sacar el mejor partido a lo que queda de buen tiempo en Madrid:
La playa está muy bien, pero… ¿Habéis pensado en lo sobrevalorada que está? Es peor que atravesar la Gran Vía un fin de semana antes de Navidad: aglomeraciones y más aglomeraciones…
Por eso, no solo hemos querido solidarizarnos con vosotros, sino que también compartimos esa sensación de nostalgia al no haber salido en todo el verano de Madrid. Así que no se nos ocurre mejor forma de hacerlo que haciendo las mismas cosas qué haríamos si estuviéramos en una ciudad costera. Lo único que no vamos a tener es el oleaje del mar, porque por tener, tenemos hasta “playas naturales” y no una, sino varias… Y ¿qué pasa con los chiringuitos? Pues que también los tenemos, solo que en versión mejorada: sin olores a pescado o “clavadas” por estar a pie de playa.
Nosotros estamos encantados con Areia Chill Out, es un oasis en pleno centro de Madrid (C/ Hortaleza, 92). Nada más entrar sientes que te has transportado a las 1001 noches de Sherezade con sus camas y sus cojines, que te hacen sentir como en una jaima árabe. Sentirás que has dejado Madrid a kilómetros de distancia…
Además, están al tanto de lo que se lleva y saben que el gin tonic ya ha pasado a un segundo plano. Si el hummus es el nuevo guacamole, el whiskey se ha convertido en la nueva bebida de moda. Y pensaréis… ¡Siempre ha estado ahí! Sí, pero J&B nos recuerda todas las posibilidades que tiene este destilado, que son muchas más de las que nos pensamos: J&B con Ginger Ale, perfecto para su iniciativa veraniega: Playeemos, Siesteemos y Terraceemos. Os convertiréis en todos unos sibaritas y vuestros amigos volverán de sus vacaciones pidiéndoos que les llevéis directos al chiringuito madrileño…