
En el laboratorio del sabor de N2LAB jamás falta un ingrediente: el nitrógeno líquido.
Heladerías madrileñas hay montones. Heladerías donde se coquetea con la alquimia, solo hay una: N2LAB (Calle Gravina, 5). La precisión con la que se combinan química y dulzura deja helado al barrio de Chueca, literalmente.
Todo apunta a que acabas de entrar en un laboratorio. Probetas y matraces que contienen líquidos irreconocibles, una tabla periódica presidiendo la sala y un científico con bata experimentando dentro de una batidora. Hay que acercarse más para superar la primera impresión. En el mostrador, galletitas de chocolate, nubes rosas y bolitas de colores. Ahora sí que te pica la curiosidad.
Ese científico está preparando helados y batidos con nitrógeno líquido (N2), que de vez en cuando extrae de un dispensador cuyo grifo está recubierto de hielo. Normal: el ingrediente principal se conserva a una temperatura de -196 grados, que se dice pronto.
El nitrógeno líquido tiene una propiedad asombrosa: dota al helado de una cremosidad inaudita. Tu dulce se congela a tal velocidad que no da tiempo a que se materialice la escarcha, y lo mismo les sucede a los batidos. ¡Puro sabor, nada de hielo!
En unos cuatro minutos, el hombre de la bata blanca te extiende un helado hecho completamente a tu gusto. Hay siete sabores, puesto que siete es el número atómico del N2, aunque habrá uno variable fuera de la carta. Y por encima, toppings de todo tipo.
Pero, espera, que todavía no lo has visto todo. No puedes irte de N2LAB sin probar las bolas de dragón, que no son otra cosa que esferas de maíz congeladas para que, al masticarlas, exhales un aliento helado propio de una bestia. Estas bolitas hacen palidecer a todos los anuncios de chicle con mentol.
En N2LAB también ofrecen otros dulces sorprendentes como las piruletas de helado o los nitrowaffles, por si estabas buscando algo (todavía más) original para merendar. Puedes combinarlo todo con su specialty coffee y redondear la experiencia.
Celíacos y veganos: sois bienvenidos a N2LAB. Y si traéis a vuestra mascota, mejor que mejor, porque son pet-friendly.
¿A que te has quedado helado?
Localización: Calle Gravina, 5 (Chueca)
Precio: Helados desde 3,90 euros.
Más info: en su web oficial e Instagram.