No Guilt Brunch es un plan que suma deporte, spa y comida. Compra aquí tu entrada.
Si te han dicho que no lo puedes tener todo en esta vida, te han mentido. Y la prueba de ello es No Guilt Brunch, un plan sin precedentes e insólito, que consiste en hacer deporte, relajarse, comer y beber. Así de simple.
Empezamos el plan con una sesión de entrenamiento matutina (opcional aunque recomendable) que da nombre al plan. La idea no puede estar mejor pensada: quemar las calorías antes de ingerirlas. Si todo en la vida tuviese ese orden, seríamos infinitamente más felices. ¿Y algo más? Sí, la actividad deportiva es en una azotea de la misma plaza Mayor. El entrenamiento, por cierto, apenas tiene una duración de 30 minutos y, claro, es la mejor forma de empezar un domingo.
El brunch que estabas esperando.
Después de entrenar, al deporte le sigue una sesión de spa de 30 minutos. Y para ponerle la guinda al plan (todavía no ha anochecido pero es seguro que ya no harás nada mejor en lo que te queda de día), un brunch espectacular. La experiencia gastronómica está compuesta por entrante, plato principal (hamburguesa, brioche de rabo de vacuno, huevos benedictine con bacon o salmón o tosta con aguacate), postre y barra libre de mimosas.
No Guilt Brunch, además de tener un nombre que le va como anillo al dedo, es posiblemente el mejor plan que puedas hacer un domingo. Y si del brunch no te interesa la primera parte (el spa y el entrenamiento), también puedes disfrutar solo de la experiencia culinaria. Un plan céntrico, divertido y con todo lo que le pides a la vida.