Little Italy es uno de los barrios con los restaurantes más mediterráneos de Nueva York. La metrópoli, que acogió a miles de inmigrantes italianos a finales del siglo XIX, no puede negar la influencia que ejerció el país andino sobre la Gran Manzana. En el ámbito culinario, uno de los aportes más significativos fue la pizza, que evolucionó hasta dar origen a una nueva variedad: la pizza estilo Nueva York, conocida por su enorme tamaño y extra de queso.
En Madrid podemos encontrar espacios en los que se sirve esta variedad neoyorkina de pizza. Entre ellos Santo Bakehouse, una panadería artesanal de Malasaña (de las mejores para desayunar en Madrid) que acaba de incorporarla a su carta —con un precio entre los 12 y los 18€, dependiendo del tamaño— para celebrar su tercer aniversario en la capital.
Una pizza solidaria
Durante el jueves 7 de noviembre, Santo Bakehouse destinará todo el dinero recaudado por la venta de pizzas a World Central Kitchen (WCK). Esta organización solidaria ha creado WCK Spain for Valencia, un nuevo proyecto para ayudar a las víctimas de la DANA que ha causado estragos en el sureste de España.
WCK ya está colaborando con el Centro de Coordinación de Emergencias para suministrar comida en las zonas más afectadas por la catástrofe levantina. Distribuye víveres tanto a los damnificados como a los equipos de voluntarios que operan en la Comunidad Valenciana.