Si ya habías oído hablar antes de este pueblo, solo confirmamos lo que seguramente ya sabías. Si no, ya es hora de que lo vayas conociendo.
¿Qué vas a hacer un jueves festivo que es a la vez un poco sábado y un poco domingo? Quizá una de las mejores cosas que se pueda recomendar para un día como este es huir de Madrid. Pero no huir como quien escapa de algo espantoso, sino más bien como quien necesita escuchar más de un único disco para no aborrecer el que tanto ama.
Si se trata de escapar de Madrid y perderte por el campo, quizá Patones de Arriba sea la mejor opción y ahí van solo 19 motivos:
1. Porque está a unos 60 km de la capital. Lo suficientemente lejos, lo suficientemente cerca.
2. Porque es una pequeña clase de historia que se esfuerza por sobrevivir.
3. Por el agua de sus fuentes.
4. Porque tu vocabulario se ampliará con palabras como «mies», «era», «zarzo» o «tinado».
5. Por celebrar que un día hubo hornos comunitarios en mitad del pueblo abiertos al uso público.
6. Por la Cueva del Reguerillo, declarada Monumento Histórico-Artístico en 1944, y sus grabados rupestres prehistóricos.
7. Por su pizarra.
8. Porque está a 832 metros sobre el nivel del mar.
9. Por olvidarte del móvil, del metro y del tráfico; de las señoras que se cuelan, de los señores que empujan.
10. Por las mil y una posibilidades de senderismo.
11. Por sus asadores.
12. Por poder inspirar hondo sin miedo a contraer una enfermedad cardiorespiratoria.
13. Por su paleta de colores otoñal.
14. Por los trece kilómetros del Canal de Cabarrús.
15. Porque podrás dártelas de gran fotógrafo.
16. Por el embalse de Atazar, la presa más grande de la Comunidad de Madrid.
17. Por compensar un poco el sedentarismo frente al ordenador subiendo y bajando las cuestas del pueblo.
18. Por descubrir cómo suena el silencio.
19. Por el camino a pie entre Patones de Arriba y Patones de Abajo.
¿Te hemos convencido ya?