
Madrid esconde monumentos y locales que pocos turistas esperarían encontrar en sus calles: una fuente con pedazos del Muro de Berlín, un templo egipcio en mitad de un parque, un barrio lleno de restaurantes asiáticos bautizado como Chinatown… y también un puente peatonal impreso en 3D. Este último, pionero en su categoría, está en Alcobendas y se considera un hito de la ingeniería civil española.
El puente, de 12 metros de longitud y 1,75 metros de ancho, fue diseñado por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) para ser completamente funcional y transitable por los paseantes del parque Castilla-La Mancha.
Tecnología avanzada y diseño inspirado en la naturaleza
El IAAC se inspiró en la arquitectura orgánica y biométrica para crear el diseño, que recuerda a ramas entrelazándose. «Pese a que es una obra de ingeniería revolucionaria, pretende encajar en el paisaje donde se encuentra», explica César Galera, arquitecto y CEO de Control 3D.
«Fue construido en taller y trasladado posteriormente al parque. Los únicos trabajos que se hicieron in situ fueron los de cimentación», comenta Galera en su vídeo dedicado al puente. Su instalación, llevada a cabo por el grupo ACCIONA en el año 2016, supuso un gran avance: hasta ese momento, la impresión 3D no se había utilizado para crear estructuras de este tipo.
La pasarela está formada por ocho piezas de hormigón micro-reforzado con fibra de metal. Al estar impresas sin necesidad de moldes, su instalación consumió menos energía y generó menos residuos que una construcción tradicional.
Es una muestra de innovación tecnológica y un ejemplo de cómo se puede transformar el urbanismo abriendo camino a diseños más sostenibles. «La fabricación en hormigón de una estructura similar por métodos tradicionales habría sido prácticamente imposible», afirma Galera.