Un viaje de miles de kilómetros y cientos de años. Así se presenta Le Chinois, el nuevo restaurante inspirado en la Dinastía Qing del siglo XVII que acaba de abrir sus puertas en la madrileña calle de María de Molina, 6 con una propuesta gastronómica de alta cocina.
El que es ya uno de sus platos estrella (y eso que acaba de abrir) es el pato laqueado con madera frutal y suflado que se sirve trinchado. Pero eso no es todo. Comer en Le Chinois es una experiencia completa para el paladar.
¿Qué se come en Le Chinois?
En Le Chinois, los comensales tienen la oportunidad de experimentar la esencia de la extravagante gastronomía de la Dinastía Qing con una carta inspirada en la fusión gradual de las culturas culinarias manchú y han, destacada por la utilización de ingredientes procedentes tanto del mar como de la montaña.
Para empezar
Para abrir boca, el viaje comienza con entrantes que despiertan el apetito por su frescura y originalidad. Ensalada de Oreja de Judas, tierno morcillo de ternera de Discarlux, perlas de langostino tigre rebozadas con salsa cremosa y col fermentada, tiras de yuba de Tou Fu con fermento de habas y especias orientales, son solo algunas de las opciones para empezar.
Como parada obligatoria en este viaje, es imposible perderse sus dim sum artesanos. Desde los dumplings de caldo xiao long bao de cerdo hasta los exquisitos siumai de boletus, la carta cuenta con varias opciones de las tradicionales empanadillas.
Sin embargo, el entrante que más capta nuestra atención son las gyozas jiao zi de verduras cubiertas de picaña de Discarlux (un corte muy selecto de carne madurada a 30 días) flambeadas con soja.
Los platos estrella de Le Chinois
Honrando a la tradición han, uno de los principales a destacar es el pato laqueado trinchado, una de las especialidades de la casa. Se sirve con la tradicional salsa Hoisin (soja fermentada con ajo, vinagre y chile), pepino holandés, puerro argenta y tiras de melón acompañado de crepes artesanales.
Los pescados y mariscos al vapor son la joya de la corona de la carta de Le Chinois. A destacar el rodaballo rebozado al wok, lubina de acuanaria al vapor con guindillas, cangrejo de concha blanda salteado con panko, pimientos y cebolla o el bogavante al wok con jengibre, puerro, cebollino y ajo.
El espacio
El restaurante recrea de manera fiel la atmósfera de las calles de la antigua China, utilizando elementos decorativos como el paifang (un arco tradicional en la arquitectura china), fachadas de madera, farolillos rojos y otros detalles que evocan a la época imperial china.
El agua recubre techos y paredes, evocando el Gran Canal, el cual atraviesa un gran dragón que da la bienvenida a todos los comensales. En el segundo piso, los tradicionales balcones imitan los hutong, las antiguas casas tradicionales, desde donde se perciben los tonos rojos de los detalles de las telas y tejidos, herencia de la Ruta de la Seda.
Un ambiente que combina lo culinario con lo estético para ofrecer una experiencia gastronómica que te transportará 400 años atrás.