Desayunar tarde, mucho y bien. El concepto ‘brunch’ es heredero del tradicional almuerzo, esa comida mañanera contundente para recargar la energía tras unas tempranas horas de trabajo. Desde hace unos años, el brunch llega para animarnos a hacer un desayuno-comida pantagruélico, con una mezcla de platos dulces y salados, que animan el cuerpo y el corazón. Hay muchos brunch en Madrid pero ninguno como el que celebra Revoltosa Prado cada domingo, ¿te unes al brunch flamenco?
Como lo oyes. Aquí la tradición más ancestral, la del baile, la del cante, la de la guitarra española y el cajón, se entremezcla con esos platos tradicionales para disfrutar a media mañana un domingo cualquiera. Un domingo cualquiera que, tras haber aplaudido en Revoltosa Prado, se convertirá en un domingo diferente y único.
¿Y de qué consta este suculento y pasional plan? Empieza con un refrescante cóctel de bienvenida y sigue con un menú con mucha esencia sureña y también castiza: empezamos con un salmorejo cordobés con jamón ibérico, seguimos con una ensaladilla, croquetas, albóndigas, migas con huevo de codorniz, mini hamburguesa, mollete de calamares, bartolillos rellenos y una bebida a elegir entre vino, cerveza, refresco o café.
Y mientras los platos van abordando la mesa, el show se desarrolla en el improvisado escenario de Revoltosa Prado. Los mejores cantaores, bailaores y músicos despliegan su talento al ritmo de las palmas y del cajón. Una oportunidad para mezclar dos de las cosas que hacen de los domingos un día extraordinario: la gastronomía y el puro arte.