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Decir que Steve McCurry es el gran agitador visual de la fotografía de viajes es quedarse en la antesala de su extraordinario legado artístico. El artista contemporáneo ha sido fuente de inspiración para los miles de fotógrafos que han seguido sus pasos en todo el mundo.
¿Y por qué? Entre otras proezas, por ser el autor que inmortalizó la mirada esmeralda de Sharbat Gula, la niña afgana que eclipsó al mundo en 1985, cuando fue la imagen de portada de la revista National Geographic.
Comisariada por Biba Giacchetti, la muestra traza un recorrido por el imaginario fotográfico de Steve McCurry que ha dejado su impronta visual en lugares como Afganistán, India, el sudeste asiático, África, Cuba, Estados Unidos, Brasil o Italia. Una fascinante compilación de fotografías donde respira el mismo elemento: la mirada de los habitantes del mundo, sin importar edad, cultura o etnia.
Steve McCurry se ha convertido en un referente internacional en la industria de la fotografía, ha ocupado decenas de portadas de revistas, ha agotado otros tantos libros y sus exposiciones siempre dejan en el espectador ese poso entusiasta que caracteriza su ingente obra. En sus propias palabras: «El simple hecho de viajar y explorar en profundidad diferentes culturas me produce una alegría y energía ilimitadas».
La visita se completa con material audiovisual e inédito sobre sus viajes y su trayectoria profesional que desvelan datos de sus aventuras y revelan cómo es el proceso de trabajo del artista nacido en los suburbios de Filadelfia. Una retrospectiva que deja entrever sus proezas como fotógrafo y su profunda empatía como ser humano ante el sufrimiento y la felicidad de los protagonistas de sus imágenes.
McCurry tiene en su haber innumerables viajes por los siete continentes, cuyo objetivo ha inmortalizado conflictos, liturgias étnicas y costumbres de infinidad de culturas. La exposición del COAM ilustra el grueso de su trabajo, desde su primer viaje a la India, tras haberse graduado en cine y haber trabajado en como freelance, hasta sus últimos retratos como reconocido artista. Una oportunidad única para constatar que el mensaje de McCurry está más vivo que nunca.