Un 22,6% de los usuarios encuestados por el CIS el pasado mes de octubre eligieron el acceso a la vivienda como mayor preocupación, por encima del paro (22%) y los problemas políticos del país (18%). En 2025, con el objetivo de poner un tope al precio del alquiler, el Gobierno de España ha aprobado un nuevo índice de referencia para actualizar los contratos a los inquilinos.
El Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV) se calcula sumando la variación anual del IPC, la inflación subyacente y la variación media de las dos últimas. Instituto Nacional de Estadística (INE) facilita el resultado de la fórmula, que a partir de ahora se utilizará como límite máximo para evitar un aumento desmesurado del precio de los alquileres.
Los propietarios podrán subir un 2,2% el alquiler
Hasta ahora, el porcentaje que se usaba como referencia era el IPC. Hoy, el IRAV está en un 2,20%, seis décimas por debajo de la variación del IPC, que subió cuatro décimas en diciembre (de 2,4% a 2,8%).
No todos los propietarios deben fijarse en el IRAV. Sólo se aplicará la norma a los contratos firmados a partir del 25 de mayo de 2023, fecha en la que entró en vigor la Ley de Vivienda. Los que se hayan firmado anteriormente podrán seguir utilizando de referencia el IPC.
Disparidad de opiniones de expertos
Ocho días después de publicarse en la página del INE, el IRAV tiene partidarios y detractores. Mientras que Juan Carlos Martínez, profesor de economía en el Instituto de Empresa, explica para RTVE que «el incremento del precio del alquiler será inferior al que habría sido de haber utilizado el índice tradicional», hay expertos que señalan las consecuencias negativas de su uso.
José María Basáñez, presidente del Grupo Tecnitasa, ha declarado en una entrevista para Invertia que «la inseguridad jurídica propiciada por la nueva Ley de Vivienda está desincentivando a muchos propietarios para alquilar sus inmuebles», y por tanto «el efecto económico final será precisamente el contrario al pretendido».