Entre 30 y 50 árboles podrían desaparecer de Legazpi para instalar un intercambiador de transportes bajo la explanada del Matadero y la calle Vado de Santa Catalina. Esta actuación, aunque supone una mejora de comunicaciones entre el centro de Madrid y ciudades al sur de la Comunidad, preocupa a los vecinos del distrito de Arganzuela, pues la falta de arbolado en el barrio podría aumentar la sensación de calor durante el verano.
Una idea con más de quince años
Ya en 2008, el Gobierno de la Comunidad de Madrid planteó la idea de abrir nuevos intercambiadores, tanto para la glorieta de Legazpi como para Avenida de América. Mientras que en Avenida de América el proyecto sí que se llevó a cabo, en el área sur de la capital no arrancó según lo esperado. Actualmente, desde Legazpi salen 23 autobuses de la EMT y 9 interurbanos, menos de los que podría acoger teniendo en cuenta su salida natural hacia la carretera de Andalucía.
El Debate asegura que el nuevo intercambiador tendrá 14 dársenas para autobuses interurbanos y 8 plazas de regulación. Además, conectará con las líneas 3 y 6 de metro a través de un vestíbulo situado entre el enclave del Matadero y la plaza de Legazpi.
¿Se plantarán más árboles en Legazpi después de la tala?
Pese a las ventajas que tiene este proyecto, la tala de árboles que se efectuará para que den comienzo las obras podría empeorar las condiciones climáticas del barrio en periodos de calor: nada asegura que el Ayuntamiento vaya a plantar nuevos árboles en las zonas afectadas.
Según fuentes de elDiario.es, en julio de 2024, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso dio un giro a la Ley del Arbolado. Antes, cualquier empresa o particular debía compensar una tala de árboles con la plantación de nuevos ejemplares de la misma especie. La compensación dependía de los años de vida que tuviera el arbolado: a más años, más ejemplares nuevos había que plantar. Ahora, en caso de no ser posible la incorporación de nuevos árboles al espacio en el que se efectúa la tala, se plantea que el Ayuntamiento pueda abrir un fondo para recibir el dinero equivalente al daño medioambiental que causa eliminar zonas verdes.