En estos lugares a penas caben dos personas de lado, pero el sabor de sus delicias no ocupa lugar.
Te advertimos que estos restaurantes no son para recrearse en ellos. Y no porque lo que ofrezcan no esté bueno, que lo está. Sino porque son tan pequeños que agobiarían hasta a los 7 Enanitos. Algunos no pasan de tener una barra, como si se tratarse de un bar castizo, de esos con palillo entre los dientes y otros a penas cuentan con una mesa (literalmente), pero lo mejor es que todos tienen opción para llevar. Así que mete barriga (para hacerte hueco) y adéntrate en estos pequeños grandes rincones de sabor:
Cevichévere
Si además de gustarte el sushi eres un «foodie victim» (término que nos acabamos de sacar de la manga) debes estar al tanto de que la nueva tendencia gastronómica es el poke y el ceviche. No hay que ser muy espabilado para saber cuál es la especialidad de Cevichévere, pero sí para coger sitio en su única mesa. También tienen sushiburritos y ¡estos sí que son grandes!
C/ María de Molina, 18
Pizzería Vesubio
El día que conoces esta pizzería te enamoras. Su peculiar aire de bar castizo, sin mesas. Su barra de mármol donde los clientes se agolpan a degustar sus deliciosas obras de arte que no superan los 8 euros. Su lleno casi perenne. Su genial localización lindante con la Gran Vía. La disposición de su local, donde pasar hasta el fondo es una road movie gastronómica. Todo en Vesubio enamora.
Aunque por quejarnos de algo diremos que habrá quienes una sola pizza sea insuficiente. Quizá una y media sea la medida correcta.
C/ Hortaleza, 4.
The Urban Bits
Los donuts siempre fueron motivo de celebración. Y por si había dudas, ahí está Hollywood exportando american way of life. Ya os hablamos en su día de este pequeño paraíso en la frontera entre Chueca y Malasaña llamado The Urban Bits y, a riesgo de ponernos cansinos, lo volvemos a hacer.
Entre sus muchas variedades de donuts de bocado (y medio) tienes algunas como los de nutella, de chocolate blanco con pistacho, de oreo, de crujiente de galleta con canela o de chocolate blanco con pistacho. Su oferta se amplía con otras cosas como batidos, smoothies, tortitas o delicioso café. Y aquí tienes además una ofertilla suculenta.
C/ Augusto Figueroa, 12.
Frutal Zumería
Zumos recién exprimidos de fruta fresca (recién cosechada). Vamos, lo que viene a ser un chute de energía. Tienen algunos que siempre se mantienen y otros de temporada, pero también están los ya conocidos como «zumos verdes». También tienen planes detox de diferentes días.
C/ Gravina, 3
Balón Tokio
Hace unos días os hablábamos de la comida callejera japonesa que ya deberías conocer: los takoyakis. Esos buñuelos salados rellenos de pulpo cocinados con perturbadora técnica ninja y que están llegando poco a poco a nuestro país a través de restaurantes japoneses que entrarían dentro de lo que podríamos llamar “auténticos”. Balón Tokio, un diminuto local de la calle Echegaray está especializado precisamente en esta delicias de bocado, aunque también tienen alguna otra tapa más como edamame, gyozas o yakitoris.
C/ Echegaray, 29.