“Me encanta la lona de los tres pijos que sale en la tele”, comenta un anónimo en la última publicación de Instagram que ha subido Not From Italy. El nuevo restaurante de pizzas, que abrirá en noviembre en la calle de Ponzano (número 90), ha desatado una gran polémica por su singular campaña publicitaria, inspirada en un artículo del periodista Òscar Broc: Restaurantes ‘canallitas’: cuando la hostelería se convierte en un juego para pijos.
Broc enseña a sus lectores de El País a identificar esos negocios en los que “no se va a comer, sino a molar”. Y es que, con la cantidad de locales que abren sus puertas en la capital, utilizar un concepto fuera de lo común para vender un proyecto es más que entendible.
En Madrid la competencia es atroz: se podría escribir un libro (más bien largo) solo con nombres de lugares donde pedir un pincho de tortilla o una buena porción de pizza. Broc explica que la ciudad se ha llenado de restaurantes a los que se va más a vivir una experiencia que a cenar, y cree firmemente que la mayoría de ellos tienen a un “niño pijo” como dueño.
El caso Not From Italy
Not From Italy se enfoca en la venta por porciones, igual que las pizzerías que salvan vidas a las tres de la madrugada, pero con un enfoque más chic y horario diurno. Sus cinco pizzas italoamericanas se elaboran con ingredientes mediterráneos que presumen de una excelente calidad. Se pueden acompañar con dos entrantes y comer allí mismo (el aforo es de 40 personas) o pedir a domicilio.
Los dueños del nuevo slice bar son cinco jóvenes que, según confirmaron entre risas al periódico El Español, “no son pijos” y vienen del mundo de la publicidad, la hostelería y la empresa. Su intención es dejar sus actuales trabajos para dedicarse de lleno a este proyecto porque “les encanta la pizza y ya”. Al pasar por delante de su local, los paseantes se encuentran con un cartel de fondo amarillo y letras rojas en el que pone: «este no es el típico bar que han montado tres pijos, lo han montado cuatro». Aunque son cinco, acordaron dejar así la frase por razones publicitarias.
Javier Durán, usuario de X, ha publicado un hilo en su perfil con la fotografía del polémico cartel. «Tenemos un problema serio cuando los pijos tienen más conciencia de clase que nosotros», asegura. Otros usuarios responden con frases como «¿podemos sacar ya la garrota?» o «el problema es de los que se van a hipotecar para pagar un mojito de 15€ por sentirse integrados».