Cualquier cliché del luto habitualmente usado en el contexto de la muerte de seres humanos es también válido con el cierre de un negocio con solera. Algo se muere en el alma cuando un amigo se va; y otra cosa también se muere dentro de uno mismo cuando un bar cierra.
Y no iba a ser menos con el cierre de el Pez Gordo, uno de los bares más míticos del barrio de Malasaña. Somos Malasaña, la vertical ultralocal de eldiario.es, lo anunciaba hoy: la crisis pandémica y “un casero inflexible” dan la última estocada al Pez Gordo.
El bar abrirá por última vez hoy miércoles 31 de marzo y los feligreses tendrán la oportunidad de despedirse definitivamente hasta las 23:00. Quienes vayan también podrán llevarse parte del mobiliario del local, que está a la venta por 5€.
Una calle, la calle en la que vivieron los Modlin, que se va desnaturalizando poco a poco: primero fue el Palentino y ahora el Pez Gordo. Y quién sabe lo que vendrá después.
Foto de portada: @tinognzlz