Fundido a negro, solo una tira led ilumina el escenario que junto al humo prepara el ambiente para la voz de Greg Gonzalez. 16000 personas empiezan a cantar X’s, la primera canción de su último disco. Cigarettes After Sex ha conseguido multiplicar sus seguidores desde la última vez que tocaron en Madrid, hace cinco años, hasta llenar el WiZink Center.
Su nuevo y jovencísimo público sorprende a quien los lleva siguiendo desde que empezaron en plena escena indie del 2010. Las recientes fans —sí, en su mayoría eran chicas— que gritaban anoche a pulmón Cry, uno de los múltiples temas que se han viralizado en TikTok, vestían la melancolía de la música y de la banda con outfits negros, con toques de cuero y algo de purpurina en los párpados, renovando el ambiente y reviviendo lo alternativo.
La emoción estaba contenida; la banda compuesta por tres texanos, suena como cuando los escuchas en la intimidad de tu habitación, esa es la intención. Sus canciones sobre el desamor más pasional conectaron con los millennial como lo hacen hoy con los Z, por eso no extraña que no quedaran entradas de este concierto organizado por Primavera Tours desde hace meses.
Durante la hora y media que los susurros del vocalista obnubilaron al público, sonaron algunos hits de sus inicios como Nothing’s Gonna Hurt You Baby. Pero el culmen llegó hacia la mitad del concierto. Con solo unos acordes de estas canciones, el Palacio de Deportes retumbaba y se iluminaba con los flashes de las cámaras de los móviles a falta de mecheros: Cry, Sweet, Sunsetz, K., Dreaming of You y la contundente Apocalypse, sonaron seguidas, sabedores de que son lo que el público repite en los vídeos de un minuto más virales en las redes sociales.
Con la Luna proyectada de fondo, o el cantante en primer plano y en blanco y negro, se sucedieron las canciones hasta que en un disimulado bis tocaron Opera House para decir goodbye.