«Las colas que se forman en Locco Pizza antes de abrir recuerdan a las de Doña Manolita un 21 de diciembre». Eso decía sobre este local de Carabanchel nuestro compañero Pedro Pineda en su visita el año pasado. Unas colas que, un año después, se trasladan a otro sitio: el local anterior se quedaba pequeño y ahora Locco Pizza acaba de inaugurar uno nuevo con más espacio para hacer frente a la demanda.
El barrio elegido ha sido Usera, concretamente el número 9 de la calle Francisco Ruiz: «Porque ustedes lo pidieron, aquí tenemos el nuevo Locco Pizza. Más grande como lo querían y con más capacidad», explica a cámara Elder Alonso en un vídeo de Instagram.
En ese mismo vídeo, Alonso muestra la decoración y el nuevo espacio, ahora con capacidad para reservas y una barra amplia: «El anterior era muy bueno, vendía mucho, pero faltaba espacio», explica.
La paradoja de la pizzería que triunfa por sus bocadillos
Por lo demás, Locco Pizza sigue manteniendo su esencia y, sobre todo, el producto estrella que tan famoso le hizo en su anterior localización –desafiando cualquier lógica de negocio–: no se trata de ninguna pizza, sino de su bocadillo de paleta de cochinillo asado al estilo cubano.
El bocadillo triunfa en su –al menos aparente– simpleza: carne de cochinillo con lechuga, tomate, sal al gusto y un trozo de la piel crujiente. Ahora bien: como ellos mismos explican en otros vídeos, la preparación es la clave de su éxito.
En un paso a paso detallan el proceso: dos jarritas de agua para que no deshidrate la carne, unos tacos de madera para que la piel no toque el fondo y dos horas al horno condimentado únicamente con sal y pimienta. Pasado ese tiempo, le dan la vuelta, pasan manteca por toda la piel y otra hora y media al horno para conseguir ese acabado jugoso por dentro y muy crujiente por fuera.
En el nuevo local, abierto este mismo jueves 30 de octubre, han colocado como vestigio de sus orígenes el neón del antiguo. Y en su nombre de usuario de Instagram –al menos de momento– han conservado el «104», como recuerdo del número de la calle Oporto de Carabanchel alrededor del que consiguieron reunir a tanta gente.