Matadero Madrid (Plaza de Legazpi, 8) celebra esta tarde la reapertura del Café Naves, que renace en medio de una explosión multicolor. Esta espaciosa cafetería, la de la grada, no parece la misma, pero en el ambiente todavía flota la hospitalidad que ha reinado siempre entre sus muros.
La luz natural, los colores vivos, las plantas y la madera ecológica son los elementos, de apariencia simple pero dotados de una tremenda carga creativa, que componen la nueva cara de este cafetería situada junto a las Naves del Español, el área destinada a las funciones de teatro.
¿Qué hay de nuevo? El terciopelo y las cortinas son cosa del pasado. En su lugar hay ocho largas mesas fabricadas con árboles reciclados (cedros y pinos caídos por culpa del viento y las tempestades), estampados geométricos que se inspiran en los mosaicos tradicionales del antiguo matadero y muchísimas plantas (la mayoría están por venir) que aportarán la nota verde a este lugar que antaño fuera gris. Está previsto instalar hidrojardineras en los arcos del techo para regar toda la flora interior.
¿Qué sigue igual? La grada no se va a ninguna parte (echad el freno, nostálgicos), solo se voltea y se retira hacia uno de los extremos para optimizar el espacio. La barra y el quiosco exterior también se han conservado, aunque se han sometido a una necesaria actualización.
La reforma del Café Naves ha sido concebida por la artista londinense Morag Myerscough, la arquitecta madrileña Paula López Barba y el diseñador Luke Morgan.
Fotos: Matadero de Madrid