El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas parece una pequeña metrópoli dentro de la capital: tiene bares; restaurantes (entre ellos, el nuevo de Dabiz Muñoz); áreas de trabajo; farmacias y tiendas con productos de moda y belleza libres de impuestos.
Actualmente, 138.000 metros cuadrados de su superficie están destinados al ocio y la gastronomía. Esta ventaja comercial, sumada al gran número de pasajeros que acoge cada año, le ha asegurado a Madrid-Barajas una posición en el ranking de Airports Council International (ACI), que recoge los 20 aeropuertos con más tráfico a nivel mundial.
Por si no fuera lo suficientemente atractivo para viajeros de todo el mundo, el aeropuerto madrileño guarda un secreto de lo más interesante para los aficionados a la fotografía aeronáutica, o para los que simplemente disfrutan viendo aviones despegar. Es el mirador para spotters que llegó a Barajas en 2022 y muy poca gente conoce.
El mirador tiene 2.100 metros cuadrados con bancos, iluminación artificial y un vallado de seguridad. Ofrece una panorámica de la Terminal 4 y la Torre de Control, desde donde se observan aviones internacionales y nacionales, tanto de pasajeros como de carga. No hay puestos de comida cerca del área, por tanto es importante llevar aperitivos y bebidas si planeamos ir a pasar la tarde.
Cómo llegar
Visitar el mirador es muy sencillo si tenemos coche: solamente hay que llegar hasta la carretera de Circunvalación de Iberia, al lado del control de seguridad del colegio Alamán. Allí veremos cinco plazas de aparcamiento y una caseta de acreditadores a la que debemos acercarnos para pedir nuestro carnet gratuito de spotters. Una vez que hayamos adquirido el carnet, podemos unirnos directamente a los observadores y fotógrafos que disfrutan de los despegues.
El horario del recinto es de 7:30 a 21:30 horas durante el verano (del 15 de junio al 15 de septiembre) y de 8:00 a 19:00 horas el resto del año. ¿No es el plan perfecto para una mañana de domingo?